Nuevo asalto comando en Yerba Buena

Nuevamente un hecho de inseguridad pone en alerta a vecinos de Yerba Buena. Dos parejas fueron víctimas de un asalto «comando» en horas de la madrugada del domingo, mientras disfrutaban de la sobremesa luego de una cena.
Una de las víctimas, que prefirió mantener su nombre en reserva, relató a EL DIARIO DE YERBA BUENA lo sucedido. Todo ocurrió mientras jugaban burako. Había sido invitada junto a su pareja a cenar en casa del dueño de casa el sábado a la noche. Alrededor de las 3 de la madrugada del domingo, cuatro delincuentes armados y a cara descubierta irrumpieron en el quincho del fondo de la vivienda y redujeron a otras cuatro personas que se encontraban allí.
«Sentimos un golpe en el ventanal del quincho y vimos a un hombre con un arma en la mano», recuerda. La casa, ubicada en Paraná al 200, se encuentra en una esquina y está delimitada por ligustrines y alambrado. Las víctimas creen que los asaltantes ingresaron saltando al terreno por el costado, directamente hacia donde se encontraban ellos. Una vez dentro, los obligaron a tirarse al piso y comenzaron el robo.
Los delincuentes se llevaron celulares, carteras, billeteras, anillos, las llaves del auto de uno de los afectados y hasta un paquete de cigarrillos que había en la mesa. Al terminar, identificaron al dueño de casa y lo interrogaron para saber qué objetos de valor podían encontrar al interior de la vivienda. «Le pegaron un culatazo porque les pidió por favor que no entrarán, que estaban sus papás, hermanos y una sobrina de tres años», relata.
Cuando se disponían a ingresar a pesar del pedido del locatario, el ruido de un vehículo alertó a los malvivientes, que decidieron escapar sin agrandar el botín. Una de las ocupantes del auto que arribaba, familiar del dueño de casa, vio a uno de los asaltantes saltar por el alambrado y entró a la casa a toda velocidad para alertar a los demás.
Quienes se encontraban en la casa no se enteraron que su patio había sido escenario de un asalto sino hasta que la alarma de la casa fue activada por la recién llegada y los asaltados contaron lo sucedido. La Policía ─aseguran─ llegó 20 minutos después que se activara el sistema de seguridad.
Personas que se encontraban cerca del lugar, enterados de la situación momentos después, relataron haber visto partir de la vivienda a toda velocidad una camioneta Ford Ranger negra. No lograron divisar el número de la patente.
Una de las víctimas había instalado recientemente en su celular una aplicación de rastreo, utilizada para buscar el dispositivo en caso de extravío o robo. El sistema ubicó el teléfono en la capital.
Revancha
Ya habían pasado 24 horas del violento episodio cuando un nuevo intento de robo interrumpió la tranquilidad de los ocupantes de la casa asaltada el día anterior.
Entre el botín de los malvivientes se encontraba la llave del vehículo del novio de la víctima que accedió a hablar con este medio. Presume que los delincuentes volvieron a llevarse el auto pero que, al sonar la alarma, escaparon.

Nuevamente un hecho de inseguridad pone en alerta a vecinos de Yerba Buena. Dos parejas fueron víctimas de un asalto «comando» en horas de la madrugada del domingo, mientras disfrutaban de la sobremesa luego de una cena.

Una de las víctimas, que prefirió mantener su nombre en reserva, relató a EL DIARIO DE YERBA BUENA lo sucedido. Todo ocurrió mientras jugaban burako. Había sido invitada junto a su pareja a cenar el sábado a la noche. Alrededor de las 3 de la madrugada del domingo, cuatro delincuentes armados y a cara descubierta irrumpieron en el quincho del fondo de la vivienda y redujeron a otras cuatro personas que se encontraban allí.

«Sentimos un golpe en el ventanal del quincho y vimos a un hombre con un arma en la mano», recuerda. La casa, ubicada en Paraná al 200, se encuentra en una esquina y está delimitada por ligustrines y alambrado. Las víctimas creen que los asaltantes ingresaron saltando al terreno por el costado, directamente hacia donde se encontraban ellos. Una vez dentro, los obligaron a tirarse al piso y comenzaron el robo.

Los delincuentes se llevaron celulares, carteras, billeteras, anillos, las llaves del auto de uno de los afectados y hasta un paquete de cigarrillos que había en la mesa. Al terminar, identificaron al dueño de casa y lo interrogaron para saber qué objetos de valor podían encontrar al interior de la vivienda. «Le pegaron un culatazo porque les pidió por favor que no entrarán, que estaban sus papás, hermanos y una sobrina de tres años», relata.

Cuando se disponían a ingresar a pesar del pedido del locatario, el ruido de un vehículo alertó a los malvivientes, que decidieron escapar sin agrandar el botín. Una de las ocupantes del auto que arribaba, familiar del dueño de casa, vio a uno de los asaltantes saltar por el alambrado y entró a la casa a toda velocidad para alertar a los demás.

Quienes se encontraban en la casa no se enteraron que su patio había sido escenario de un asalto sino hasta que la alarma de la casa fue activada por la recién llegada y los asaltados contaron lo sucedido. La Policía ─aseguran─ llegó 20 minutos después que se activara el sistema de seguridad.

Personas que se encontraban cerca del lugar, enterados de la situación momentos después, relataron haber visto partir de la vivienda a toda velocidad una camioneta Ford Ranger negra. No lograron divisar el número de la patente.

Una de las víctimas había instalado recientemente en su celular una aplicación de rastreo, utilizada para buscar el dispositivo en caso de extravío o robo. El sistema ubicó el teléfono en Villa Luján, capital.

Revancha

Ya habían pasado 24 horas del violento episodio cuando un nuevo intento de robo interrumpió la tranquilidad de los ocupantes de la casa asaltada el día anterior.

Entre el botín de los malvivientes se encontraba la llave del vehículo del novio de la víctima que accedió a hablar con este medio. Presume que los delincuentes volvieron a llevarse el auto pero que, al sonar la alarma, escaparon.

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