Vecinos de la Plaza Vieja de Yerba Buena se vieron sorprendidos por una pareja de tucanes que graznaban en lo alto de la copa de sus árboles.
Cada año, en otoño bandadas de distintas especies de aves descienden desde lo alto de la montaña, a modo de anticiparse al invierno, en busca de refugio en zona de piedemonte por tener temperaturas más cálidas y alimentos para garantizar su supervivencia. Son en esos momentos donde particularmente la población del tucán grande se vio disminuida en gran medida, debido a su cacería para posterior cautiverio en forma de mascotas de estos ejemplares. Otro de los motivos por el cual el Ramphastos Toco fue disminuyendo es la pérdida de su hábitat natural. Estos motivos derivaron la creencia de que se creyera extinto.
Sin embargo, se ha podido observar una pareja de tucanes en diferentes zonas como en el valle de la Sala y en el Cerro San Javier. Se sabe que en la Reserva Natural de horco Molle, se realizan rescates y devolución a su hábitat a diferentes especies de animales, y se creía que este par de tucanes se habría escapado de la reserva. Los ramphastos siempre andan en pareja. Además, la una vez que se eligen como compañeros, permanecen juntos de por vida. Si bien no se sabe con claridad los motivos de su reaparición, especialistas opinan que es debido a la recuperación de sectores de las Yungas en la provincia. Sin embargo, hay que tener en cuenta también el trabajo que se viene realizando desde el programa de “reforzamiento de poblaciones del Tucán grande en la provincia de Tucumán”, donde luego de rehabilitar a estos ejemplares, se los libera en zonas de su hábitat.
Mientras tanto, el Concejo Deliberante de Yerba Buena en las próximas sesiones declararía a través de un proyecto de resolución, de interés municipal la defensa y prevención de la especie Ramphastos toco, declarando a Yerba Buena como zona protegida del tucán grande.