En la actualidad Tucumán no registra casos de esta enfermedad, que se sigue epidemiológicamente a través del Sistema. El contagio de esta enfermedad se produce por el contacto directo con la orina de un animal infectado, o con agua y/o ambientes contaminados con dicha orina. Dado que la bacteria sobrevive en lugares húmedos y protegidos de la luz, el riesgo de contraerla aumenta si se producen inundaciones o al desarrollar actividades recreativas en ríos, lagos, lagunas, arroyos (como nadar, pescar, acampar, mountain bike).
Es importante tener en cuenta que si se han realizado actividades o tareas de riesgo, ante la aparición de estos síntomas es necesario consultar a un médico en forma inmediata, dado que esta enfermedad puede resultar mortal.
Recomendaciones para la prevención
-Evitar la inmersión en aguas estancadas; ya que pueden estar potencialmente contaminadas; y procurar que los niños no jueguen en charcos o barro.
-Cuando no se disponga de agua potable, clorar o hervir el agua para consumo humano y para lavar utensilios de cocina.
-Combatir los roedores (principales agentes de contagio) en domicilios y alrededores.
-Utilizar guantes y botas de goma para realizar tareas de desratización, desmalezado o limpieza de baldíos.
-Mantener los patios y terrenos libres de basura, escombros y todo lo que pueda ser refugio de roedores.
En áreas rurales
-Ante la aparición de abortos en los animales de producción, es necesario consultar al veterinario.
-Usar siempre calzado adecuado al caminar sobre tierra húmeda, guantes y botas altas en zonas inundadas o al atravesar aguas estancadas.
-Usar guantes cuando se realizan tareas de desmalezado y cosecha.
-En zonas endémicas, vacunar a los perros y las vacas.
*Por consultas comunicarse con la Dirección de Epidemiología en Virgen de la Merced 196 (Piso 3), San Miguel de Tucumán .Tel/Fax. 4302228.
División Zoonosis: Avenida Mate de Luna 1935. San Miguel de Tucumán. Tel. 423-4294.