El agua bajaba desde el barrio Castillo y recorría más de treinta cuadras hasta formar un charco de grandes dimensiones en la esquina de las calles Perú y Juan B. Terán. Durante décadas, los vecinos tuvieron que convivir con este inconveniente que no hacía más que generar molestias de distinto tipo. Sin embargo, luego de más de 500 reparaciones y tras la renovación de un tramo de la red de agua, la calle Perú se secó definitivamente.
“Yo estoy hace 36 años acá en Yerba Buena y esto ha sido algo de nunca acabar. Han tratado de arreglarlo de muchas formas, pero sin resultado. Han hecho algunas cosas que duraron solo al comienzo. El otro día me llamó el jardinero para mostrarme que la esquina estaba seca. La verdad no lo podíamos creer. Esto es una gran cosa”, expresó María Isabel Colombres Garmendia, vecina y testigo directa del histórico problema.
El comienzo del fin del problema tuvo lugar a fines del año pasado, cuando el Intendente Mariano Campero y representantes de la Municipalidad se reunieron con los directivos de la SAT para encontrar una solución definitiva. Allí se resolvió renovar la red en el tramo que va desde Bascary hasta Bartolomé Hernández y reparar las pérdidas de agua sobre la Perú, calles paralelas y también en el barrio Castillo.
“Nos reunimos con el ingeniero Guraiib, de la SAT, quien nos posibilitó una mejor coordinación en la realización de los trabajos. Ahí se decidió cambiar la red de un buen tramo, porque la que había era muy vieja, con material muy gastado. Nosotros atendimos las reparaciones de la calle Perú y de todas las calles que volcaban el agua a la Perú”, explicó Rodolfo Gallardo, a cargo de la coordinación de los trabajos por parte del municipio.
“Cuky” López Domínguez, vecina de la zona desde hace alrededor de 45 años, se mostró sorprendida y muy a gusto con los trabajos: “Desde que estoy acá que estaba el charco en la esquina. Nunca tuvo un momento en que no tuviera agua, por eso nos preguntábamos si era un rio u otra cosa, ya que no se podía solucionar. Primera vez que lo veo sin agua. Ahora podremos ir tranquilos a comprar el pan o a visitar a una amiga”.
Luis Romero, otro vecino que ya cumplió las cuatro décadas habitando la zona, manifestó: “Me siento emocionado de ver la calle Perú sin agua. Yo hace 45 años que vivo acá y toda la vida ha corrido agua. Le agradezco mucho a la Municipalidad que se haya preocupado por todo el barrio. Acá había gente que no podía cruzar. O las personas grandes como nosotros, que ya no nos da la fuerza, teníamos que esperar que venga alguien para cruzar la calle. Hoy me encuentro muy satisfecho del trabajo que han hecho”.
El origen de una pérdida que duró décadas
El histórico problema que aquejó durante años a los vecinos se originó por una sumatoria de inconvenientes. Rodolfo Gallardo lo explicó: “Había pérdidas que comenzaban en el barrio Castillo, también vecinos que arrojaban agua a la calle y cloacas que no estaban conectadas. A partir de eso diagramamos un plan de reparación que incluyó a las calles Brasil, Santo Domingo y Las Higueritas”.
“Esto ha significado una lucha tremenda y demandó muchísimo trabajo llegar a secar la calle Perú. Han sido necesarias más de 500 reparaciones en las calles adyacentes y en la propia Perú. Y en el barrio Castillo, donde mayor descarga tenía, hemos consolidado trabajos en el interior de las viviendas con reparaciones, con encauce de descarga de piletas y cloacas”, finalizó el coordinador municipal del programa.