Casi cuatro años después de su inicio, una polémica construcción fue clausurada por el Tribunal de Faltas de Yerba Buena. Se trata de «Condominios del Corte«, llevada adelante por la firma Grandi S.R.L., cuya construcción había sido el comienzo de una «guerra» entre el exintendente, Daniel Toledo, y Mariano Campero, otrora concejal y actual mandatario municipal, en 2012.
El 27 de agosto, a las 11 de la mañana, se procedió a la clausura de la edificación ubicada en calle Higueritas y avenida Presidente Perón. EL DIARIO DE YERBA BUENA pudo dialogar con el Juez de Faltas de Yerba Buena, Rodolfo Moisá, quien confirmó la acción y explicó los motivos: «La obra no coincide con el proyecto original y faltan algunos certificados ambientales. «No había cartel de obra y había normas violadas», explicó.
El funcionario explica que no se realizó la suspensión anteriormente porque se estaban recolectando una serie de datos en distintas reparticiones del municipio.
Los representantes de la empresa presentaron un pedido de prórroga de cinco días para hacer la devolución del caso. Por el momento se administra el derecho de defensa. «Hay que ver que se respeten los derechos de ambas partes», sentenció Moisá.
Polémica con historia
«Condominios del Corte» fue aprobado en 2012 por el exintendente Daniel Toledo mediante un convenio de donación. La empresa, para poder comenzar a construir, debió donar cierta cantidad de metros de pavimento; cuestión que se cumplió. En principio se proyectaban seis torres en vez de tres.
La situación fue denunciada a fines de noviembre de 2012 por el entonces concejal Mariano Campero, que meses después lograría la suspención de la obra mediante una medida cautelar. Sin embargo, entre 2013 y 2016, la construcción siguió su curso, aunque con un ritmo menor al normal.
Una de las promesas de campaña de Campero, antes de asumir, fue que la Municipalidad se convertiría en querellante de la acción judicial iniciada por él mismo para frenar definitivamente la obra.
La raíz del problema
Yerba Buena se divide en siete zonas ambientales. La zona ambiental V (Cinco), donde está emplazada la obra en cuestión, impide la construcción de edificios de altura y exige no superar una densidad mayor a 60 personas por hectárea. El inicio de los trabajos no habría sido posible sin la ayuda del entonces director de Planeamiento Urbano, Marcelo Romero, quien retrotrajo el área a zona ambiental IV, permitiendo de este modo la edificación.