El intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, fue el único de los precandidatos a diputados nacionales que en Tucumán superó en votos a la figura presidencial de su boleta. A nivel provincial se separó por más de 12 mil votos de Patricia Bullrich, mientras que a nivel municipal en la Ciudad Jardín obtuvo poco más de dos mil sufragios más. Un corte de boleta que lo favoreció claramente y que, pese a no alcanzarle para imponerse como el competidor más votado, significa un verdadero golpe al tablero político provincial.
Varios meses antes de las PASO 2023, era Horacio Rodríguez Larreta el dirigente nacional de Juntos por el Cambio (JxC) con mayor injerencia en Tucumán. Fue quien promovió al intendente de San Miguel de Tucuman, Germán Alfaro, como el máximo representante del posmacrismo en la provincia. Fue también quien hasta último momento presionó para que sea el alcalde capitalino el cabeza d lista en la fórmula opositora para pugnar la Gobernación. Mientras tanto, la figura de Bullrich se abría paso gracias a nivel nacional y luego de las elecciones provinciales eligió a su delfín en Tucumán.
La lista encabezada por Mariano Campero fue la única oferta opositora de la sección Oeste que el pasado 11 de junio, en el marco de las elecciones provinciales, obtuvo más de un escaño. Las otras listas de JxC que obtuvieron sólo una banca fueron la de José Macome (Compromiso PRO de Yerba Buena) y la de Rodolfo Ocaranza (Partido por la Justicia Social), mano derecha de Alfaro. Con el resultado puesto, la nueva máxima referente de Juntos por el Cambio señaló al alcalde de la Ciudad Jardín como su figura en la provincia.
Una apuesta arriesgada de Campero, que hoy lo pone con un pie en Buenos Aires y con la posibilidad de promover a uno de sus dirigentes más cercanos para ocupar su lugar en el Parlamento tucumano. Se trata de Manuel Courel, actual jefe de Gabinete de la Municipalidad de Yerba Buena, quien también había sonado como posible sucesor para la Intendencia, lugar que finalmente quedó para otra figura del riñón camperista, Pablo Macchiarola. Al ocupar el tercer lugar en la lista de candidatos a legislador, en el caso hipotético que el intendente yerbabuenense ratifique el resultado de este domingo y asuma su banca en el Congreso, será Courel su reemplazante inmediato en el máximo cuerpo legislativo provincial.
Golpe al tablero provincial
Pero la performance de Mariano Campero en las PASO 2023 no sólo significa copar espacios y ganar terreno a nivel municipal, provincial y nacional. También es quitar del medio algunas piezas antes temidas y que hoy se encuentran en jaque y con un pie fuera del juego.
La victoria de Campero en la interna de Juntos por el Cambio puede convertirse en el desenlace político definitivo de un dirigente de renombre como lo es Germán Alfaro, quien no pudo mantener la Municipalidad de San Miguel de Tucumán con su esposa como candidata, la senadora Beatriz Ávila, y ahora tampoco pudo ganarse un lugar para pugnar por una banca en Diputados.
En el mejor de los casos, tras el armado de las listas oficiales y aplicación de la Ley de Paridad de Género, Alfaro ocupará el tercer lugar en la nómina de candidatos a la Cámara Baja del Congreso. Una posición que lo dejaría prácticamente afuera con los números obtenidos este último domingo. Guarismos que, de no modificarse radicalmente, se traducirán en un reparto de dos bancas para Fuerza Republicana (Javier Milei en Tucumán), otras dos para Unión por la Patria y una última para Juntos por el Cambio.
El panorama actual deja a Alfaro, entonces, alejado del terreno político por al menos dos años, cuando se lleven a cabo las elecciones de medio término. Suponiendo, claro, que aún mantenga una estructura territorial mínima y sus conexiones con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no hayan sufrido cortocircuitos graves. A fin de cuentas, un golpe al tablero que no sólo festeja Campero, sino también el oficialismo provincial, que hoy deja de mirar al derrotado peronista disidente y ahora posa su mirada en el triunfo histórico de Milei en Tucumán, cortando una racha de casi 30 años sin derrotas electorales a nivel provincial.