La Organización Mundial de la Salud (OMS) en sus últimos estudios actualizados, destaca que los riesgos de propagación del virus SARS-CoV-2 aumentan considerablemente en lugares cerrados, atestados y con una ventilación deficiente. Por tal motivo es que la correcta ventilación y el flujo contante de aire se torna en una medida de suma importancia para la prevención de los contagios.
Los expertos del organismo además detallan que la ventilación no es una medida independiente, sino que la misma es complementaria de las que ya se vienen practicando desde el inicio de la pandemia (distanciamiento físico, el uso de una mascarilla, el lavado frecuente de manos).
A esto se apunta con el concepto de las "3 C". Según los expertos, se deben evitar los espacios cerrados (closed space, en inglés), congestionados (congested spaces) y los contactos cercanos (close contact).
"Los riesgos de contagio con el virus de la covid-19 son más altos en espacios abarrotados e insuficientemente ventilados en los que las personas infectadas pasan mucho tiempo juntas y muy cerca unas de otras Al parecer, en esos entornos el virus se propaga con mayor facilidad por medio de gotículas respiratorias o aerosoles, por lo que es aún más importante adoptar precauciones", advierten los especialistas de la OMS.
"La ventilación consiste en introducir aire limpio en un espacio al tiempo que se elimina el aire viciado, a fin de mantener o mejorar la calidad del aire. La ventilación de puede lograr en forma natural (por ejemplo, mediante la apertura de una ventana) o a través de la instalación de un sistema mecánico”, remarcan los expertos de la OMS.
No está claro cuánta ventilación es necesaria en un ambiente para eliminar las probabilidades de infección. Por tal razón la OMS sugiere “cambios de aire periódico” en los ambientes internos. Mientras más concurridos y mayores riesgo presente el lugar, más breve debe ser el tiempo entre “cambios de aire”.