Asedio de 500 motos en Lomas de Tafí: caos y descontrol policial

Vecinos reportan que más de quinientos motociclistas toman por asalto la zona de Alfonsín y Jaldo en horario nocturno, transitan con escapes modificados y hostigan a quienes pretenden grabarlos. Afirman que ni la Guardia Urbana ni la Policía actúan, y que desde el Centro de Monitoreo les responden que «no hay dotación disponible».

Un nuevo episodio de desorden se registró durante la madrugada del viernes en Lomas de Tafí, donde los residentes describen una escena que se ha vuelto recurrente: una aglomeración masiva de motocicletas, estruendo constante, prácticas de riesgo y una absoluta falta de presencia de las fuerzas de control.

De acuerdo con habitantes del área comprendida entre las avenidas Alfonsín y Jaldo, se congregaron más de quinientas motos, gran parte de ellas con sistemas de escape alterados, produciendo un ruido ensordecedor y un ambiente de permanente zozobra.

El hecho fue capturado en video por los propios vecinos, donde se aprecia el tránsito ininterrumpido de vehículos y el descontrol que impera en el lugar. Las imágenes representan otra noche más en Lomas de Tafí, pero ponen en evidencia una problemática que se reitera cada fin de semana.

Según el relato de una residente, aquellos que intentan filmar o quejarse son hostigados por algunos de los motociclistas, quienes llegan a exhibir armas para intimidar.

«Estamos agotados. No se puede dormir ni circular con tranquilidad. Si alguien saca un celular para filmar, lo amenazan. Vivimos con temor», manifestó una vecina de la zona.

Las quejas dirigidas al sistema de Monitoreo y a la Policía son constantes, pero las respuestas siempre son similares.

«Nos contestan que no pueden intervenir porque no tienen suficiente personal y porque la magnitud del problema es muy grande», explicaron.

Mientras tanto, la situación se agrava. Los vecinos alertan que ya no es posible transitar por las esquinas con seguridad y que este clima también perjudica a quienes visitan el lugar con sus familias para aprovechar la oferta de bares y restaurantes.

«El ruido, las carreras clandestinas y la ausencia de autoridad hacen que esto sea invivible. Lo que era una molestia pasó a ser una amenaza concreta», remarcan.

El material audiovisual que circuló en las últimas horas reavivó el malestar de la comunidad y dejó al descubierto, nuevamente, el vacío de poder en uno de los puntos más frecuentados de Tafí Viejo. Los residentes esperan que, en esta oportunidad, las autoridades tomen cartas en el asunto y dispongan operativos de vigilancia continua para evitar una desgracia mayor.

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