El Parque Sierra de San Javier, bajo la órbita de la Universidad Nacional de Tucumán, logró atravesar la temporada de mayor riesgo de incendios sin que se produjera ningún fuego dentro de sus límites. Este éxito se vincula a la aplicación del Índice Meteorológico de Riesgo de Fuego (FWI), un sistema que evalúa el peligro analizando variables climáticas como la humedad, la temperatura, el viento y las precipitaciones.
Manuel Pachado, encargado de Emergencias del área protegida, calificó el balance como “muy alentador”. “La herramienta se integra con nuestro mecanismo de alerta temprana, y esa sinergia fue fundamental para que el parque no sufriera incendios forestales. No hubo focos dentro de la reserva”, remarcó.
Gracias al FWI fue posible anticipar condiciones adversas y poner en marcha medidas de prevención cada vez que los indicadores señalaban un riesgo medio o alto. Solo se requirió actuar en dos oportunidades durante todo el período, pero en zonas aledañas: una vez en la localidad de San Javier y otra en un terreno colindante, a pedido de bomberos y residentes para impedir que las llamas se propagaran hacia el parque.

Pachado destacó que una parte considerable del logro se debe al trabajo informativo. “La comunicación representa un porcentaje clave del resultado. La población consulta el índice antes de planificar sus salidas y actúa con mayor precaución”, señaló. La publicación diaria del indicador a través de la radio, los diarios y el sitio web de Medios UNT permitió que los visitantes valoraran el nivel de peligro antes de dirigirse a la montaña. “La gente lo revisa previamente y eso es de gran ayuda”, agregó.
De cara a la próxima estación estival, el parque ya está abocado a nuevos objetivos. Entre ellos se encuentran la actualización de los protocolos de evacuación y seguridad. Un avance relevante es la instalación de una estación meteorológica de última generación a 1.300 metros sobre el nivel del mar en San Javier, impulsada por el rector Sergio Pagani. Este dispositivo proporciona información en tiempo real que posibilita emitir alertas ante eventos climáticos severos, como tormentas fuertes o vientos intensos.
Prevención
“La información que genera nos ayuda a lanzar avisos y desalojar con rapidez las áreas de uso público que en esta época reciben una gran afluencia de turistas”, detalló Pachado.
Los especialistas prevén un verano con temperaturas elevadas y lluvias dispares, lo que favorecerá el crecimiento acelerado de pastos —material propenso a arder— y podría elevar el riesgo en la siguiente etapa seca. Por el momento, el foco está puesto en brindar una atención segura a los miles de visitantes: evitar extravíos, responder con agilidad a eventuales contingencias y resguardar tanto a las personas como a la vida silvestre.
Las sugerencias básicas se mantienen: no suministrar alimento ni tener contacto con la fauna autóctona, circular únicamente por los caminos habilitados, acatar las instrucciones y verificar el pronóstico del tiempo. “Si se pronostican tormentas intensas, lo más prudente es no adentrarse en la sierra, guardar el equipamiento y postergar la salida para otro día. Son medidas sencillas, pero que influyen notablemente en la seguridad”, finalizó Pachado.
Ante cualquier eventualidad relacionada con incendios, la guardia permanente del parque atiende las 24 horas en el teléfono 381 4256326. El índice de peligro se publica a diario y puede consultarse en el portal de Medios UNT.
