Un lamentable episodio de violencia contra los árbitros opacó la definición de la serie de cuartos de final del Regional Amateur, después de que Tucumán Central se impusiera 2-1 sobre San Pablo y avanzara a las semifinales del torneo.
Los hechos ocurrieron a raíz de un penal marcado en la primera etapa por el juez Eloy Guzmán, por una supuesta infracción contra Martínez Llanos. Bruno Medina aprovechó la oportunidad y empató el marcador transitorio. Esta determinación desató fuertes reclamos del equipo eliminado, que culminaron en agresiones físicas hacia los miembros de la terna.
La policía debió intervenir para proteger a los árbitros y restablecer el orden dentro del estadio, en un final del partido caracterizado por la tensión y el descontrol.
Este incidente vuelve a poner sobre la mesa la preocupación por la violencia en el fútbol de ascenso, donde estas acciones no solo violan el reglamento deportivo, sino que comprometen la seguridad de quienes forman parte del evento. Se aguarda ahora la imposición de sanciones y la adopción de medidas que aseguren el respeto y la integridad en los campos de juego.
