Ediles de Yerba Buena elevaron una propuesta a la Legislatura provincial para que se dé fin al régimen de acoples y se implemente la boleta única de papel. El concejal Mauricio Argiró manifestó a este medio que el método vigente «afecta seriamente a la democracia en la provincia» y argumentó que sus consecuencias «son adversas tanto en el ámbito institucional como en el económico».
“Asumimos una postura firme y decidida. Es algo que venimos sosteniendo desde hace un tiempo, y ahora que la administración provincial incluyó la reforma política en su agenda, es necesario manifestar que es inviable continuar con este esquema que ha dañado la política tucumana”, expresó.
Argiró criticó los cambios propuestos por el oficialismo, al entender que constituyen “un recorte superficial” del mecanismo. Rememoró que, al comienzo de su mandato, el gobernador Osvaldo Jaldo había garantizado una transformación política de fondo que acabaría con los acoples, pero que dicha promesa “se convirtió en una farsa”.
“Contamos con la cifra más alta de postulantes en el sistema solar. Si eso hubiera beneficiado a la democracia, sería un progreso, pero ocurrió lo opuesto: deterioró la institucionalidad, fragmentó los partidos, tribalizó la política y limitó la participación efectiva de las mujeres”, afirmó.
Para el concejal, la solución es directa: retornar a las elecciones internas partidarias. “Es simple: un frente define sus candidatos en internas y concurre a la elección general con una única lista. De esa manera se acaba con la inundación de boletas y el derroche de recursos que hay actualmente”.
El edil destacó la aplicación reciente de la boleta única papel en los comicios para diputados nacionales. “Resultó más práctico, más claro y con menos inconvenientes en la fiscalización. Para que esto sea factible en Tucumán, es preciso suprimir los acoples”.
¿Reforma constitucional?
El oficialismo sostiene que para alterar el sistema se necesita modificar la Constitución. Argiró no rechaza esa vía, pero exige que el debate se lleve a cabo con claridad.
“No me asusta la reforma, pero debe centrarse en puntos acordados. Si es para permitir la reelección indefinida o para colocar el Consejo Asesor de la Magistratura bajo la autoridad del Ejecutivo, no es útil. Si es para erradicar los acoples, discutámoslo. Con decisión política, incluso se podría restringir sin reforma, pero esa voluntad no está presente”, subrayó.