El Día de la Escarapela se conmemora en Argentina los 18 de mayo. Lo estableció así el Consejo Nacional de Educación en 1934, con el objetivo de recordar la insignia nacional utilizada en 1812 por pedido del General Manuel Belgrano.
La escarapela argentina es el primer símbolo patrio que oficializó el Triunvirato por decreto el 18 de febrero de 1812, que determinó que sea la escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata de color blanco y azul celeste. Fue a instancias de Manuel Belgrano, quien, en la actual ciudad de Rosario, solicitó el uso de una escarapela nacional con el objetivo de uniformar al ejército revolucionario y, a su vez, distinguirlo de los enemigos.
Los colores de la escarapela no tienen un origen claro y definido. Sin embargo, existen ciertas hipótesis que podrían justificarlo.
Durante las invasiones inglesas (1806 – 1807), los Patricios pudieron haber sido los responsables de adoptar los colores celeste y blanco durante su rol de primer cuerpo de milicia urbana del Río de la Plata. La teoría afirma que luego esta gama se popularizó por los nativos.
Por su parte, otra versión indica que la escarapela fue usada por primera vez en Buenos Aires, en una entrevista que un grupo de damas tuvo con el coronel Cornelio de Saavedra, quien fue el jefe del regimiento de Patricios.
Finalmente, la tercera hipótesis es que French se refirió a Mitre en el acto de cintas del 25 de mayo utilizando esos colores como división entre damas y caballeros.
Las versiones son diversas, pero, en la actualidad, los colores de los símbolos patrios suelen estar asociados al manto de Nuestra Señora de Luján, o bien del cielo, el sol y las nubes.