Descalza ayudó a cruzar a los niños cuando la Aconquija se volvió un río

Ya había empezado la lluvia cuando sonó el timbre de salida en el colegio San Patricio, y Soledad López acababa de llegar a la esquina donde trabaja. Ella es la inspectora municipal que detiene el tránsito para que los niños y la niñas que estudian allí crucen la avenida.

Cuando los estudiantes salieron a la calle, la avenida Aconquija se había vuelto un río. Soledad de 34 años, a quien en la Municipalidad de Yerba Buena conocen como La Mocha, se quitó los borcegos (de su uniforme de trabajo) y descalza con los pies en el agua fría cargó a niños y cortó el tránsito en Aconquija al 600, esquina con Heller, como lo hace todos los mediodías, de lunes a viernes, desde marzo.

Soledad cuenta que, en el tiempo que lleva en la esquina en el colegio, conoció a personas mayores que pasan a buscar a sus niños. “Ese lado me puede mucho. Pero si mojaba mis borcegos capaz que ya no me servirían más, se arruinarían, entonces preferí ponerme descalza un ratito”.

Los quince minutos que Soledad estuvo con los pies en el agua alcanzaron para que durante la tarde estornudara varias veces y que la voz se pusiera un poquito ronca. Así que hizo reposo porque su voz es muy importante: además de ser inspectora motorista es la cantante del conjunto musical Los Avelinos, una de las herencias musicales que dejó el histórico Maestro Avelino.

Nacida y criada en Yerba Buena, es mamá de Camila de 17 años, Sol de 16, Salomé de 14, Lucas de 8 y de Luis de 7.  Estudió en la escuela José Ignacio Thames, donde su actual jefe directo, Julio Sánchez, ya era vatira. Y por ese entonces le ayudaba a ella y a sus compañeritas a cruzar a la avenida. Él fue una de las tantas personas que la felicitó hoy, después de que su día de trabajo fue filmado por un joven de esta ciudad y compartido en Facebook. El video es este:


Entre las felicitaciones a Soledad, la falta de botas gomas en sus pies fue uno de los reclamos. El subdirector de Tránsito de Yerba Buena, Nicolás Juárez Dappe, dijo que los borcegos que tienen los inspectores son impermeables, pero no sumergibles.

“Hay situaciones que suceden de imprevisto, como a lluvia. Entre los elementos de trabajo, los inspectores cuentan con capas y equipos de lluvia, pero Soledad en ese momento no los tenía. La felicité pero le dije que hubiera preferido que lo hiciera con el equipo porque se podría haber lastimado”.

Lo que lastima un poquito a Soledad son algunos comentarios sobre los inspectores de tránsito. «Nos ven tomando una gaseosa y nos sacan una foto y nos escrachan, como si no pudiéramos tener sed. Y eso que estamos todo el día bajo el sol, pero no lo ven»

«Por ahí pienso que falta un poco de humanidad: hay personas que nos tiran el auto encima, que nos insultan. Y capaz que nosotros estamos cortando el tránsito para que cruce su sobrino o el hijo de un amigo”.

Y así trabaja todos los días Soledad, bajo el sol. Y así, también bajo la lluvia.

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