“No somos del todo culpables porque no hemos iniciado la historia; no somos del todo inocentes porque la continuamos” (A. Camus). “Libertad, justicia, igualdad, ¿son utopías o asignaturas pendientes? Son deudas con nosotros mismos” (O. Soriano).
Verdad velada: misterio, crimen y mentira en nuestra historia
Había una vez, en el principio de la historia, un crimen y una mentira, y así sigue
Al comienzo del drama de la historia del hombre hay un crimen; la Biblia lo llamó Pecado Original -Caín lo refrendó matando a su hermano-. Un poco “antes”, al comienzo del relato de la historia humana, están la serpiente, Eva y Adán, o sea los papeles protagónicos de este relato de nuestros orígenes lo representan: el tentador y seductor Padre de la Mentira, la tentada y seductora madre del género humano, y Adán, nuestro padre, padre del “yo no fui”, “fue la compañera que me diste”, se excusó. Y todos vivimos nuestras historias repitiendo a Adán: hoy como ayer seguimos tapando nuestras vergüenzas, crímenes y mentiras; seguimos velando nuestra verdad desnuda.
De aquellos polvos vienen estos lodos; la historia del hombre es “hoy” entretejida con esos mismos crímenes y mentiras “de ayer”. La historia no es, algo, que pasó y que está muerto y sepultado; los buenos historiadores saben que no son ni quieren ser anticuarios -ocupados de lo viejo y de lo muerto-. A contracorriente del vulgar “fue” o de, “lo pasado, pisado” o del “es historia” y otras expresiones que, literalmente, quieren lapidar la historia, sepultándola en el olvido; el verdadero historiador está al servicio de recordar lo nuevo, ser memoria de la vida. “Soy un historiador y por eso amo la vida… y captar lo vivo es la cualidad dominante del historiador”, decía el medievalista Marc Bloch a su colega Henri Pirenne.
Los argumentos de las historias y de la historia son pocos. Todos, más o menos, tratan de las tramas y los dramas de las vidas del hombre; todas son historias de misterios de amor y de muerte. Es por eso también que, desde la filosofía de la historia, se puede comparar el oficio del historiador con el de un detective y la historiografía con las “novelas policiales”.
Tras estas huellas, hoy es posible advertir entre nosotros el creciente predicamento que tienen las novelas históricas. Se ha dicho, con razón, que hay un estrecho parentesco entre novela e historia; ambos son relatos, narraciones, cuentos, “mitos”. La diferencia estribaría en que la historia sería una novela real y verdadera, y la novela seria una historia ficticia -y la ficción, cabe recordar, es equivalente a la no verdad (la literatura, dijo Nabokov, nació con el pastorcito mentiroso)-.
Ya Herodoto, considerado “padre de la historia”, bautizó este oficio, con un nombre detectivesco, ya que “historia”, en su filológico origen griego, no significa otra cosa que pesquisa, investigación. Pero el paralelismo entre lo policial y lo histórico se prolonga en los propósitos fundamentales y en los métodos que animan, o debieran animar, las investigaciones históricas y policíacas, ambas buscan una sola y la misma cosa: descubrir la verdad y que se haga justicia. Y, repito, descubrir la verdad y hacer justicia, son una sola y la misma cosa. Allí están condensadas todas las claves de la historia: verdad, libertad, sujeto y tiempo.
Un historiador como un detective se ponen en movimiento ante un crimen y se preguntan qué pasó (clave de la verdad histórica), a quien le pasó o quien lo hizo, quien es la víctima y quien el criminal (clave del sujeto o de los sujetos históricos), por que pasó lo que pasó , o cuáles fueron los motivos que impulsaron al drama o a la tragedia (clave de la libertad histórica) y, como una clave de las claves, cuándo pasó lo que pasó (la clave del tiempo histórico).
Los historiadores y los detectives tienen una de las más arduas tareas de un hombre: descubrir la verdad y hacer justicia. Y lo más arduo es afrontar el insoslayable misterio del corazón humano, ese misterio que somos nosotros mismos, animales históricos que vamos por la vida “haciendo el mal que no queremos y no haciendo el bien que queremos”. Para asomarnos a saber quiénes somos tenemos que osar escudriñar en las entrañas de nuestra novela negra; lanzándonos, una y otra vez, a la búsqueda de la verdad perdida.
1 de febrero de 1998
Novela Negra Argentina
-De la Revolución de Mayo al Menemismo: a la búsqueda de Verdad Perdida-
La historia, vimos, significa esencialmente descubrir la verdad, que, a su vez, es sinónimo de hacer justicia (en idioma ruso cuentan con una sola palabra para designar verdad y justicia: pravda). Para el idioma griego decir «descubrir la verdad» es casi una redundancia porque verdad (aletheia) significa literalmente quitar el velo. Hacer la verdad -como dice la Biblia- quiere decir -en lengua griega- develar. Pero hay velos y velos; está el inescrutable velo del misterio último de la realidad y están los muchos velos que los hombres ponemos para «borrar las huellas”, ocultar, engañar y mentir. Historiadores y detectives son impotentes para develar el misterio último; su combate se libra para develar, «misterios» humanos, demasiado humanos. Como decía Sherlock Holmes en «Los monigotes» luego de descifrar el lenguaje en clave de un grupo mafioso: “lo que un hombre oculta otro hombre lo puede desocultar”.
En Historia y Destino, Jean Guitton alude a este mecanismo de ocultamiento que subyace a las investigaciones de los «libros de historia”. Se le pregunta a un «personaje ,histórico” contemporáneo por qué no escribía sus memorias; éste contesta: «no veo por qué, no tengo nada que ocultar». En Argentina tenemos una gran afición a las historias -dichas así, en plural-; describiendo nuestro país jardín de infantes, el país del no me acuerdo, María Elena Walsh supo decir que a los argentinos nos gustan que nos cuenten cuentos. “En la Argentina, las mentiras, la corrupción y la impunidad son la desdicha cotidiana de todos nosotros. El atentado no esclarecido de la AMIA, los crímenes impunes como el de José Luis Cabezas, la evasión impositiva de los poderosos, los asquerosos dichos de Astiz y el plan de demoler la ESMA, ésas son las verdaderas vergüenzas», dice Mempo Giardinelli. Verbitsky dijo del impune asesinato de Cabezas: «no nos olvidemos que estamos no ante una investigación sino ante una operación de encubrimiento”. Antes el santo inocente era el “simple cartero”; ahora desde el riñón de la «maldita policía”, sale Prellezo, presunto .asesino “material» de Cabezas, y se declara absolutamente inocente, y como Adán dice: “yo no fui».
Algo está muy podrido en Argentina: cada vez hay más crímenes y nunca nadie fue. Osvaldo Soriano, entrañable relator nuestro de lo nuestro, nos alecciona a recuperar los “fervores de mayo”; volver a soñar los sueños de esa revolución abortada: «libertad, justicia, igualdad, independencia. ¿son utopías? ¿asignaturas pendientes? No importa el nombre que se les dé. Son deudas que tenemos con nosotros mismos”. Soñemos el sueño inconcluso de “construir una patria en la que sus habitantes puedan sentir que están buscando lo mejor para todos y no la fortuna de unos pocos. Una utópica -nación de hombres honestos que haya pagado sus deudas con el pasado».
*Publicación orifinal Siglo XXI, 1 febrero 1998
Los perversos son difíciles de corregir; y el número de los estúpidos es infinito(1)
“No somos del todo culpables porque no hemos iniciado la historia; no somos del todo inocentes porque la continuamos” (A. Camus). “Libertad, justicia, igualdad, ¿son utopías o asignaturas pendientes? Son deudas con nosotros mismos” (O. Soriano).
Había una vez, en el principio de la historia, un crimen y una mentira, y así sigue
Al comienzo del drama de la historia del hombre hay un crimen; la Biblia lo llamó Pecado Original -Caín lo refrendó matando a su hermano-. Un poco “antes”, al comienzo del relato de la historia humana, están la serpiente, Eva y Adán, o sea los papeles protagónicos de este relato de nuestros orígenes lo representan: el tentador y seductor Padre de la Mentira, la tentada y seductora madre del género humano, y Adán, nuestro padre, padre del “yo no fui”, “fue la compañera que me diste”, se excusó. Y todos vivimos nuestras historias repitiendo a Adán: hoy como ayer seguimos tapando nuestras vergüenzas, crímenes y mentiras; seguimos velando nuestra verdad desnuda.
De aquellos polvos vienen estos lodos; la historia del hombre es “hoy” entretejida con esos mismos crímenes y mentiras “de ayer”. La historia no es, algo, que pasó y que está muerto y sepultado; los buenos historiadores saben que no son ni quieren ser anticuarios -ocupados de lo viejo y de lo muerto-. A contracorriente del vulgar “fue” o de, “lo pasado, pisado” o del “es historia” y otras expresiones que, literalmente, quieren lapidar la historia, sepultándola en el olvido; el verdadero historiador está al servicio de recordar lo nuevo, ser memoria de la vida. “Soy un historiador y por eso amo la vida… y captar lo vivo es la cualidad dominante del historiador”, decía el medievalista Marc Bloch a su colega Henri Pirenne.
Los argumentos de las historias y de la historia son pocos. Todos, más o menos, tratan de las tramas y los dramas de las vidas del hombre; todas son historias de misterios de amor y de muerte. Es por eso también que, desde la filosofía de la historia, se puede comparar el oficio del historiador con el de un detective y la historiografía con las “novelas policiales”.
Tras estas huellas, hoy es posible advertir entre nosotros el creciente predicamento que tienen las novelas históricas. Se ha dicho, con razón, que hay un estrecho parentesco entre novela e historia; ambos son relatos, narraciones, cuentos, “mitos”. La diferencia estribaría en que la historia sería una novela real y verdadera, y la novela seria una historia ficticia -y la ficción, cabe recordar, es equivalente a la no verdad (la literatura, dijo Nabokov, nació con el pastorcito mentiroso)-.
Ya Herodoto, considerado “padre de la historia”, bautizó este oficio, con un nombre detectivesco, ya que “historia”, en su filológico origen griego, no significa otra cosa que pesquisa, investigación. Pero el paralelismo entre lo policial y lo histórico se prolonga en los propósitos fundamentales y en los métodos que animan, o debieran animar, las investigaciones históricas y policíacas, ambas buscan una sola y la misma cosa: descubrir la verdad y que se haga justicia. Y, repito, descubrir la verdad y hacer justicia, son una sola y la misma cosa. Allí están condensadas todas las claves de la historia: verdad, libertad, sujeto y tiempo.
Un historiador como un detective se ponen en movimiento ante un crimen y se preguntan qué pasó (clave de la verdad histórica), a quien le pasó o quien lo hizo, quien es la víctima y quien el criminal (clave del sujeto o de los sujetos históricos), por que pasó lo que pasó , o cuáles fueron los motivos que impulsaron al drama o a la tragedia (clave de la libertad histórica) y, como una clave de las claves, cuándo pasó lo que pasó (la clave del tiempo histórico).Los historiadores y los detectives tienen una de las más arduas tareas de un hombre: descubrir la verdad y hacer justicia. Y lo más arduo es afrontar el insoslayable misterio del corazón humano, ese misterio que somos nosotros mismos, animales históricos que vamos por la vida “haciendo el mal que no queremos y no haciendo el bien que queremos”. Para asomarnos a saber quiénes somos tenemos que osar escudriñar en las entrañas de nuestra novela negra; lanzándonos, una y otra vez, a la búsqueda de la verdad perdida.
Novela Negra Argentina
-De la Revolución de Mayo al Menemismo: a la búsqueda de Verdad Perdida-
La historia, vimos, significa esencialmente descubrir la verdad, que, a su vez, es sinónimo de hacer justicia (en idioma ruso cuentan con una sola palabra para designar verdad y justicia: pravda). Para el idioma griego decir «descubrir la verdad» es casi una redundancia porque verdad (aletheia) significa literalmente quitar el velo. Hacer la verdad -como dice la Biblia- quiere decir -en lengua griega- develar. Pero hay velos y velos; está el inescrutable velo del misterio último de la realidad y están los muchos velos que los hombres ponemos para «borrar las huellas”, ocultar, engañar y mentir. Historiadores y detectives son impotentes para develar el misterio último; su combate se libra para develar, «misterios» humanos, demasiado humanos. Como decía Sherlock Holmes en «Los monigotes» luego de descifrar el lenguaje en clave de un grupo mafioso: “lo que un hombre oculta otro hombre lo puede desocultar”.
En Historia y Destino, Jean Guitton alude a este mecanismo de ocultamiento que subyace a las investigaciones de los «libros de historia”. Se le pregunta a un «personaje ,histórico” contemporáneo por qué no escribía sus memorias; éste contesta: «no veo por qué, no tengo nada que ocultar». En Argentina tenemos una gran afición a las historias -dichas así, en plural-; describiendo nuestro país jardín de infantes, el país del no me acuerdo, María Elena Walsh supo decir que a los argentinos nos gustan que nos cuenten cuentos. “En la Argentina, las mentiras, la corrupción y la impunidad son la desdicha cotidiana de todos nosotros. El atentado no esclarecido de la AMIA, los crímenes impunes como el de José Luis Cabezas, la evasión impositiva de los poderosos, los asquerosos dichos de Astiz y el plan de demoler la ESMA, ésas son las verdaderas vergüenzas», dice Mempo Giardinelli. Verbitsky dijo del impune asesinato de Cabezas: «no nos olvidemos que estamos no ante una investigación sino ante una operación de encubrimiento”. Antes el santo inocente era el “simple cartero”; ahora desde el riñón de la «maldita policía”, sale Prellezo, presunto .asesino “material» de Cabezas, y se declara absolutamente inocente, y como Adán dice: “yo no fui».
Algo está muy podrido en Argentina: cada vez hay más crímenes y nunca nadie fue. Osvaldo Soriano, entrañable relator nuestro de lo nuestro, nos alecciona a recuperar los “fervores de mayo”; volver a soñar los sueños de esa revolución abortada: «libertad, justicia, igualdad, independencia. ¿son utopías? ¿asignaturas pendientes? No importa el nombre que se les dé. Son deudas que tenemos con nosotros mismos”. Soñemos el sueño inconcluso de “construir una patria en la que sus habitantes puedan sentir que están buscando lo mejor para todos y no la fortuna de unos pocos. Una utópica -nación de hombres honestos que haya pagado sus deudas con el pasado».
A causa del feriado del viernes 10 de octubre (corresponde al traslado del Día del Respeto a la Diversidad Cultural, cuya fecha original de conmemoración es el 12 de octubre) el municipio no abrirá sus puertas para tareas administrativas y algunas reparticiones atenderán únicamente con guardias.
A continuación, te informamos cómo será el servicio de cada área municipal en la ciudad. Además, les recordamos a los vecinos que podrán hacer los trámites necesarios por medio de la aplicación “Yerba Buena Digital” durante las 24 horas.
Servicios
Centro Dr. Ramón Carrillo: solo guardias. Administración: sin atención. Guardia Urbana: normal. Munibus: con frecuencia de sábados. Agentes de tránsito: normal Recolección domiciliaria: normal Cementerio: de 8 a 19 horas (solo guardias).
Con el objetivo de seguir mejorando la movilidad urbana y brindar un servicio más eficiente a los vecinos, el MuniBus incorporó nuevas unidades y amplió sus recorridos. Desde ahora, el sistema de transporte municipal contará con cuatro líneas activas: Roja, Verde, Azul y Naranja, que recorrerán los principales puntos de la ciudad.
Esta expansión permitirá una mayor frecuencia de circulación y una mejor conexión entre barrios, centros educativos y comerciales, como escuelas, colegios, universidades y zonas de compras.
Además, se incorpora una importante novedad, los usuarios podrán realizar trasbordos entre líneas de distinto color, lo que facilitará los desplazamientos dentro de nuestra ciudad. El cupón de trasbordo será válido por 60 minutos desde la hora indicada en el boleto y permitirá un solo cambio de línea, siempre hacia una de color diferente a la utilizada inicialmente.
Recorridos de las líneas y sus paradas
LÍNEA ROJA
Bvd. 9 de Julio y Reconquista Reconquista y La Paz Plaza Vieja (Córdoba y Solano Vera) Solano Vera y Mendoza Mendoza y Diag. Juan XXIII Mendoza (Alta Vista Country) Mendoza y Camino de Sirga Camino de Sirga y Ramon Carrillo Camino de Sirga y Chubut (COL. PUCARA) Chubut y Rojas Paz (COL. LOS CERROS) Rojas Paz y Colón Sarmiento y Francia Francia y Av. Aconquija Av. Aconquija y Saavedra Lamas Saavedra Lamas y Braile Saavedra Lamas e Higueritas (ESC. ABEJITAS) Av. Perón y Aragón (UNSTA) Aragón e Higueritas Aragón y Braile Braile y Roca Perú y Lobo de la Vega Perú y Salta Perú y Bascary Perú y Las Rosas Perú y Juan B Terán Hernández y Brasil Hernández e Higueritas Líbano y Av. Perón Av. Perón y Fanzolato (ESC. SALOBREÑA) Fanzolato y Frías Silva (CAPS S. CLARA) Frías Silva y Neuquén (SJ) Camino del Perú (Frente a Chango Más) Camino del Perú y Esquiu Camino del Perú y Brasil Camino del Perú y Salas y Valdez Alfredo Guzmán y Pringles Cariola (Entrada Norte al PORTAL) Júpiter (Entrada Oeste al PORTAL) Blvd. 9 de Julio y Zavalía Blvd. 9 de Julio y F. Rossi Blvd. 9 de Julio y R. Darío Blvd. 9 de Julio y San Martín
LÍNEA VERDE
Av. Aconquija y Zavalia Hernández y Antártida Arg. Hernández y Salas y Valdez Hernández y Perú Hernández y Frías Silva Hernández e Higueritas Higueritas y Camino del Perú Camino del Perú y Brasil Brasil y Psj. Cabildo Oeste Brasil y Hernández Brasil y Las Rosas Brasil y Colombia Brasil y Lola Mora Brasil y Bascary Brasil y Salta Brasil y Thames (ESC. COMERCIO) Brasil y Moreno Roca y Santo Domingo Higueritas y Maderuelo Av. Perón y Maderuelo (UNSTA) Av. Perón y Pje. Lisboa Saavedra Lamas e Higueritas (ESC. ABEJITAS) Saavedra Lamas y Braile Saavedra Lamas y Aconquija (ANTES DE SUBIR AL CORTE) Av. Aconquija y Los Pinos Av. Aconquija y Muñoz Alado (ESC. Nº 311) Av. Aconquija (COMSARIIA EL CORTE) Av. Aconquija y Muñoz Alado (ESC. 311) Av. Aconquija y Los Pinos Av. Aconquija y Rojas Paz (BAJANDO DEL CORTE) Rojas Paz y Sarmiento Rojas Paz y Colón Chubut y Rojas Paz (COLEGIO LOS CERROS) Chubut y Camino de Sirga (COLEGIO PUCARA) Camino de Sirga y Ramón Carrillo Camino de Sirga y Mendoza Mendoza y Diagonal Juan XXIII Mendoza y Solano Vera Solano Vera y San Luis San Luis y Reconquista San Luis y San Martín San Luis y Darwin Lamadrid y Concordia Lamadrid y Rubén Darío Lamadrid y Federico Rossi Lamadrid y Zavalia Lamadrid y Universo Universo y Bvd. 9 de Julio Júpiter y Sarmiento (PORTAL ACCESO OESTE) Zavalla y Cariola Zavalía y Cariola
LÍNEA NARANJA
San Martín y Lamadrid San Martín y Catamarca San Martín y San Luis San Martín y Jujuy Las Lanzas y San Martin (ESC. MISIONES) Las Lanzas y Pasaje S/N Solano Vera y Las Lanzas Solano Vera y Mendoza Plaza Vieja (Córdoba y S. Vera] Solano Vera y Lamadrid El Mástil Av. Aconquija y Malvinas Av. Aconquija y Uruguay Saavedra Lamas y Aconquija Saavedra Lamas y Braile Saavedra Lamas e Higueritas (ESC. ABEJITAS) Av. Perón y Pje. Lisboa Av. Perón y Aragón (FRENTE UNSTA) Av. Perón y Moreno (Gómez Pardo) Perón Entre Thames y Salta. Country Praderas Monteagudo y Decididos (PUENTE) Decididos de Tucy Calle 4 Alto Verde 1 (Refugio) Ida Alto Verde 2 y 3 Portería Alto Verde 1 (Refugio) Vuelta Nuevo Bº Municipal Fanzolato y Calle A. Tosco Caps Santa Clara Av. Perón y Fanzolato (ESCUELA SALOBREÑA) Av. Perón y Las Rosas Av. Perón y Salta Salta e Higueritas Salta y Brasil Salta y Perú Salta y Salas y Valdez Güemes y Pringles Blvd. 9 de Julio y San Martín
LÍNEA AZUL
San Martín y Pringles Shopping El Solar Bascary y Los Ceibos Bascary y Perú Bascary y Brasil Bascary y F. Silva Av. Perón y Bascary Av. Perón y Las Rosas Perón y Fanzolato (ESCUELA SALOBRENA) Caps Santa Clara Fanzolato y Calle A. Tosco Nuevo Bº Municipal Alto Verde 1 (Refugio) Alto Verde 3 Portería Alto Verde 1 (Refugio) Calle 4 y Calle Decididos de Tuc. Entrada Country Praderas Open Plaza Gómez Pardo UNSTA Saavedra Lamas e Higueritas (ESC. ABEJITAS) Saavedra. Lamas y Braile Saavedra Lamas y Aconquija Av. Aconquija y Gálvez Cota Av. Aconquija y Quiroga El Mástil Solano Vera y Lamadrid Plaza Vieja (Solano Vera y Córdoba) Solano Vera y Mendoza Solano Vera y Las Lanzas Las Lanzas y Pasaje S/N Las Lanzas y San Martín (ESC. MISIONES) San Martín y Jujuy San Martín y San Luis San Martín y Catamarca Catamarca y Darwin Darwin y Bvd. 9 de Julio San Martín y Blvd. 9 de Julio.
La Dirección de Educación invita a participar del conversatorio “Artesanos de la palabra” en los dos centros:
Sede Escuela Municipal Petrona Jiménez Campero de Adami, nivel secundario- acceso por Av. Presidente Perón. viernes 19 horas. Sede Punto Digital San José – sábados 11hs. Calle Maipú y Alberdi, San José
El conservatorio tiene como eje interactuar sobre diferentes intereses, participar, reunirse y compartir buenos momentos con los demás, mantenerse activo, hablar, compartir literatura, escritos, lecturas, charlas y sentirse acompañado.
Consiste en la creación de un espacio para la comunidad. Un lugar donde los interesados en participar pueden conectarse entre sí y crear relaciones. También donde se puede promover la diversidad cultural y la inclusión.
Este tipo espacios ofrece un ambiente seguro y acogedor, que fomenta la participación, brinda oportunidades para compartir opiniones y perspectivas, desarrolla habilidades de comunicación efectiva y de expresión, permitiendo mejorar la confianza y la autoestima, fomentando la empatía y la comprensión, es una gran oportunidad de conectarse y compartir.
Un lugar de encuentro …de expresión, de diálogo, de escucha, de palabra…
Son encuentros resultan altamente enriquecedores para: -Fortalecer la memoria -Mejorar la creatividad -Promover la salud mental -Revalorizar los conocimientos -Incrementar la autonomía y el autoconcepto -Desarrollar la confianza
Obtener sensación de crecimiento y desarrollo permanente
Incrementar las relaciones interpersonales-socializar –Liberar las tensiones físicas y psíquicas como el estrés.
Los interesados podrán consultar en [email protected]. O inscribirse de manera presencial en cada centro.