Decenas de árboles talados en diversos senderos pertenecientes a la Reserva Experimental Horco Molle encendieron la alarma de vecinos que suelen caminar por la zona.
Fotos y un video enviados por una lectora a EL DIARIO DE YERBA BUENA a través de WhatsApp muestran una escena que preocuparía a cualquiera. Sin embargo, el desmonte tiene una razón de ser, al menos así lo aclara el director de la Reserva, Juan Pablo Juliá.
«Nosotros en este momento estamos desarrollando un proyecto de jardín botánico, este incluye la implantación de plantaciones botánicas para la visita del público. Concretamente la zona que vio desmontada va a ser una zona de restauración ecológica. Lo que probablemente la gente no sabe es que toda la zona norte de la reserva está invadida de siempre verde (un ligustro). Esa especie causa pérdida de biodiversidad, menor número de especie de aves que visitan la zona. La invasión exótica es una de las causas más poderosas de la biodiversidad a nivel global», explica.
En este momento se encuentran realizando ensayos e investigaciones para lograr conocer cómo se reproducen y cómo crece el bosque «siempre verde» con parcelas diferentes, de distintos años. Lo que se busca es saber cómo reemplazar la mencionada especie con otras nativas para reconstruir de alguna manera el bosque original.
«Estos ensayos incluyen pequeñas parcelas donde se hacen desmontes y se plantan especies autóctonas. No estamos hablando de un desastre ecológico, sino de todo lo contrario. Estamos hablando de reconstruir la selva que en ese lugar ha sido reemplazada por el siempre verde», aclara Juliá.
Hace unos días se acercó a la Reserva la agrupación «No destruyan mi cerro» para manifestar la preocupación por el sorpresivo desmonte. «Hablamos con ellos y les explicamos cómo iba el proyecto e incluso los convocamos para el día 10 de este mes para lo que va a ser la plantación de estos nuevos árboles. Queríamos que sea un evento con los interesados en la temática, que están preocupados», asegura.