San Expedito: las obras se demoraron tras una reformulación del proyecto
Desde la Municipalidad de Yerba Buena se le respondió al Concejo Deliberante, que había solicitado informes sobre los gastos realizados en las obras del Barrio San Expedito. Sobre el particular se expuso que surgieron dos aspectos que retrasaron el avance de la misma.
El edil radical Benjamín Zelaya, opositor a la gestión del intendente Mariano Campero, había solicitado información sobre el desarrollo de las obras valuadas en unos 57 millones de pesos y cuyas mejoras favorecerían a unas 370 familias del barrio San Expedito. Junto a sus colegas Pedro Albornoz Piossek, Walter Aráoz, Lucas Cerúsico y Héctor Aguirre le habían enviado una nota al Intendente para requerir información sobre el convenio firmado entre el municipio de Yerba Buena y la Secretaría de Vivienda y Hábitat de la Nación, a cargo del Sr. Domingo Amaya.
En este sentido, desde la intendencia se expuso que la envergadura del proyecto requirió un serio estudio técnico y científico para llevar adelante obras para creación de redes de agua potable, sistemas de desagües, redes viales, equipamiento urbano, espacios recreativos y programas de desarrollo.
De esta manera, de común acuerdo entre el Municipio y la Nación se encomendó el estudio técnico de la obra a la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), mediante un convenio firmado en junio de 2016, quien confeccionó la totalidad de la documentación técnica y proyectos de pliegos licitatorios del proyecto.
De acuerdo a lo solicitado por los estudios de la UTN resultó necesaria la construcción de obras hidráulicas de entubamiento y canalización, ya que se trata de una zona postergada e inundable (calle N2).
Para otorgar trasparencia al proceso y participación de mayor cantidad de empresas, se tomó la decisión de realizar licitaciones por cada uno de los rubros.
Sin embargo, la UTN advirtió sobre dos aspectos que no se habían tenido en cuenta. Por un lado, la imposibilidad de realizar un desagüe pluvial superficial en la totalidad del Barrio. De este modo, sugirió la necesidad de la construcción de un desagüe por conducto, lo que implica un adicional de obra no contemplado en el convenio inicial.
Y por otro lado, la necesidad de los vecinos de la apertura de una calle que conecte al Barrio con San José. Luego de analizar diversas opciones, se planteó la necesidad de la prolongación de la calle interna nº 2 que conecta al Barrio San Expedito con el Barrio Ampliación San Expedito, generando una significativa mejora en la trama urbana.
Estos dos aspectos que no fueron previstos en el Anteproyecto original implicaron la reformulación del diseño del proyecto, alterando de este modo el cronograma de llamados a licitación originariamente programados.
El edil radical Benjamín Zelaya, opositor a la gestión del intendente Mariano Campero, había solicitado información sobre el desarrollo de las obras valuadas en unos 57 millones de pesos y cuyas mejoras favorecerían a unas 370 familias del barrio San Expedito. Junto a sus colegas Pedro Albornoz Piossek, Walter Aráoz, Lucas Cerúsico y Héctor Aguirre le habían enviado una nota al Intendente para requerir información sobre el convenio firmado entre el municipio de Yerba Buena y la Secretaría de Vivienda y Hábitat de la Nación, a cargo del Sr. Domingo Amaya.
En este sentido, desde la intendencia se expuso que la envergadura del proyecto requirió un serio estudio técnico y científico para llevar adelante obras para creación de redes de agua potable, sistemas de desagües, redes viales, equipamiento urbano, espacios recreativos y programas de desarrollo.
De esta manera, de común acuerdo entre el Municipio y la Nación se encomendó el estudio técnico de la obra a la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), mediante un convenio firmado en junio de 2016, quien confeccionó la totalidad de la documentación técnica y proyectos de pliegos licitatorios del proyecto. De acuerdo a lo solicitado por los estudios de la UTN resultó necesaria la construcción de obras hidráulicas de entubamiento y canalización, ya que se trata de una zona postergada e inundable (calle N2).
Para otorgar trasparencia al proceso y participación de mayor cantidad de empresas, se tomó la decisión de realizar licitaciones por cada uno de los rubros. Sin embargo, la UTN advirtió sobre dos aspectos que no se habían tenido en cuenta. Por un lado, la imposibilidad de realizar un desagüe pluvial superficial en la totalidad del Barrio. De este modo, sugirió la necesidad de la construcción de un desagüe por conducto, lo que implica un adicional de obra no contemplado en el convenio inicial.
Y por otro lado, la necesidad de los vecinos de la apertura de una calle que conecte al Barrio con San José. Luego de analizar diversas opciones, se planteó la necesidad de la prolongación de la calle interna nº 2 que conecta al Barrio San Expedito con el Barrio Ampliación San Expedito, generando una significativa mejora en la trama urbana.
Estos dos aspectos que no fueron previstos en el Anteproyecto original implicaron la reformulación del diseño del proyecto, alterando de este modo el cronograma de llamados a licitación originariamente programados.