Caminar de noche por barrio Los Tarcos, en calle Honduras desde el 500 al 700, puede convertirse en un verdadero desafío. El alumbrado público no funciona correctamente hace cinco meses ─según reclamos de los vecinos─ y, al caer la noche, la zona se sume en una profunda oscuridad.
Se registró en fotos cómo se ve ─o no se ve─ el lugar cuando la luz natural finalmente cesa. Si un vehículo no pasa mientras se transita por el camino o la pantalla del celular no es demasiado brillante, la visibilidad sólo llega hasta la punta de la nariz.
El pasado viernes, una camioneta municipal se hizo presente para solucionar el problema. La cura duró menos de lo esperado: sólo tres días.
Desde ayer los vecinos volvieron a sufrir la oscuridad. «Es un peligro latente para transeúntes y residentes de la zona, sumado al estado de las calles», afirma una de las vecinas afectadas.