Yerba Buena produce 2.875 toneladas mensuales de basura, el segundo municipio en Tucumán

El Consorcio Metropolitano para el manejo de los Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU) tiene ante sí la compleja tarea de administrar la gran cantidad de desechos que producen diariamente las ocho localidades que lo componen. En total, esta área donde viven más de un millón de habitantes genera aproximadamente 29.500 toneladas cada mes, lo que proyecta un total cercano a las 354.000 toneladas en un año, según los cálculos basados en el promedio habitual.

La mayor contribución corresponde a San Miguel de Tucumán, la cual, con 19.539 toneladas mensuales y unas 234.500 anuales, acumula el 66,2 % del total de residuos del consorcio. La capital provincial, por su concentración poblacional y dinamismo económico, se sitúa muy por delante del resto de los municipios. Solo en esta ciudad residen alrededor de 590.000 personas, de acuerdo con el último censo.

En segundo lugar se ubica Yerba Buena, con una producción de 2.875 toneladas por mes y 34.500 al año, lo que equivale al 9,74% del total. Le sigue Banda del Río Salí, que aporta 2.520 toneladas mensuales y 30.234 anuales, representando el 8,54%.

Más atrás se encuentran Tafí Viejo, con 1.558 toneladas al mes y 18.696 al año (5,28%), y Las Talitas, que genera 1.022 toneladas mensuales y 12.266 anuales (3,46%). Por su parte, Alderetes contribuye con 792 toneladas por mes y 9.498 al año (2,68%).

Cierran la lista Bella Vista, con 625 toneladas mensuales y 7.498 anuales (2,12%), y San Isidro de Lules, que produce 583 toneladas por mes y 6.995 al año, lo que significa el 1,98% del total metropolitano.

Estos números dan cuenta de la dimensión del reto ambiental que afronta el Gran Tucumán: más de 350.000 toneladas de desechos anuales que demandan infraestructura, logística y políticas públicas constantes para su tratamiento y disposición final. En estas ocho ciudades, según los datos censales, habitan aproximadamente 1,1 millones de personas.

Desde el Consorcio, se subraya la necesidad de impulsar programas de separación en origen, reciclaje y reducción de residuos, con el fin de mitigar el impacto ambiental y elevar la calidad de vida de los habitantes del área metropolitana.

El circuito de gestión comienza con la recolección y el transporte a cargo de los municipios y las 12 comunas que también utilizan los servicios del GIRSU hacia la planta de separación y clasificación de San Felipe. Posteriormente, los residuos son llevados hacia Overo Pozo, en el noreste tucumano. Allí se realiza la disposición final mediante un relleno sanitario.

Uno de los grandes objetivos es disminuir el volumen de RSU que arriban a la planta de Overo Pozo. Con esa meta, desde mayo San Felipe opera con una trituradora de origen alemán que permite reducir hasta la mitad del volumen y optimiza los traslados hacia el destino final: el promedio era de 15 toneladas por viaje, y ahora ronda las 18 toneladas. Ya en Overo Pozo, esta gestión del GIRSU incorporó una nueva compactadora que mejora el aprovechamiento del espacio. Hasta el año pasado funcionaban siete celdas, este año se habilitó una más y hay otra en construcción.

Julieta Migliavacca, secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la capital, resaltó la importancia de las mejoras en San Felipe. «Reducir el volumen contribuye a darle mayor vida útil al relleno sanitario, ya que esto es mucho más fácil de compactar y, por otro lado, disminuimos la cantidad de viajes de transporte hasta Overo Pozo, reduciendo así la huella de carbono, es decir, menos emisiones de gases de efecto invernadero que aportan al cambio climático global”, explicó. En esa planta, añadió, se busca hacer más eficiente el predio y extender la vida útil del relleno sanitario sin requerir terreno adicional al Estado Provincial ni mayores aportes a los municipios.

La semana pasada, la presidenta del Consorcio, Eugenia Andrade, supervisó las obras de impermeabilización de la nueva celda que se construye en Overo Pozo, la «I». «La última inaugurada en agosto fue la H. Había 7 celdas, porque una de ellas se usaba como pileta para líquidos lixiviados. Esa pileta se recuperó como celda este año», detalló.

La directiva reforzó la idea central del GIRSU en el predio de disposición final: «reducción de volumen, tratamiento de los líquidos lixiviados y el aprovechamiento de los RSU en la generación de biogás y su posterior inyección a la red eléctrica».

En marzo el Consorcio licitó las tres operaciones fundamentales. Esas tareas estaban a cargo de la firma Moviser SRL. Finalmente, el Girsu optó por la oferta de las firmas Esur y Ciageser (una UTE vinculada al pool de la empresa 9 de Julio), que totaliza $68.142 millones por un período de 60 meses. Esta licitación permitirá un ahorro del 31% en el presupuesto 2026.

Los gastos estimados para 2026 en el Consorcio superan los $ 23.800 millones, de los cuales $ 20.800 millones corresponden a los servicios públicos. El resto se distribuye en el pago de sueldos ($ 1.000 millones), fondos para eventuales contingencias ($ 1.000 millones), y bienes de capital y de servicios no personales ($ 500 millones aproximadamente cada ítem).

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