Yerba Buena, Tucumán. Con un concepto que prioriza la calidez del servicio, la calidad del producto y un crecimiento orgánico basado en el esfuerzo familiar, la cadena de cafeterías Havanna inauguró su nueva sucursal en el corazón de Yerba Buena. El evento no solo marcó la apertura de un nuevo local, sino que sirvió de escenario para que sus fundadores explicaran la filosofía empresarial que los ha llevado a convertirse en un referente en el sector.
Un crecimiento forjado en la tradición familiar
Durante el corte de cinta, los propietarios hicieron hincapié en el núcleo familiar como el motor del negocio. «Todo lo que es Havanna es en familia», señaló uno de los fundadores, describiendo un modelo de gestión donde las decisiones y el trabajo duro se comparten. Este enfoque, según expusieron, ha sido la piedra angular para mantener los estándares de calidad y la identidad de la marca a lo largo de su expansión.
Estrategia de expansión: Raíces tucumanas y visión federal
La apertura en Yerba Buena no es un hecho aislado, sino un paso más en una estrategia de crecimiento metódica. Los dueños revelaron que, tras consolidar su presencia con éxito en tres locales clave en San Miguel de Tucumán (en avenidas emblemáticas como Roca, Sáenz Peña y una tercera ubicación), el siguiente paso lógico era Yerba Buena, una ciudad con un dinámico desarrollo comercial y un público objetivo afín.
«La idea es seguir creciendo», afirmaron, dejando entrever una ambiciosa proyección que trasciende lo provincial. Sin dar nombres concretos, mencionaron que ciudades como Córdoba, Salta y Buenos Aires están en su radar de expansión, planteando un futuro donde «Havana» se consolide como una marca federal.
Diferenciación en un mercado competitivo: Calidad, ambiente y «el mejor café»
En un mercado saturado de opciones de café, los propietarios definieron claramente su propuesta de valor. Más allá de la variedad de su carta, que incluye licuados, medialunas y un amplio menú, se posicionan en la excelencia de su producto estrella: «Tenemos el mejor café», afirmaron con contundencia.
Este compromiso con la calidad se complementa con la creación de un ambiente específico. La nueva sucursal en Yerba Buena fue diseñada para ser un punto de encuentro, un lugar «donde la gente se sienta cómoda» para trabajar, socializar o simplemente disfrutar de un momento de calma. La inversión en un local propio (no alquilado) en esta ubicación privilegiada refleja la confianza en el proyecto a largo plazo y el compromiso con la comunidad.
Un llamado a la comunidad local
La inauguración culminó con una invitación abierta al público. Los fundadores extendieron una cordial bienvenida a todos los vecinos de Yerba Buena y zonas aledañas, instándolos a vivir la experiencia Havanna y a formar parte de la historia de esta empresa familiar que, desde Tucumán, mira hacia todo el país.
