«El objetivo es desalentar todo tipo de actos que perturben la paz social», afirmó el jefe de Policía, Julio Fernández, al referirse a los diversos operativos que la fuerza ha estado llevando a cabo en los últimos dos días en toda la provincia. «Hemos intensificado las medidas preventivas, pero no estamos buscando crear una histeria colectiva», añadió.
Desde la noche del martes, cuando comenzaron a surgir los primeros incidentes de robos en grupo en varias provincias del país, la Policía ha intensificado sus labores preventivas. Columnas de patrullas móviles con numerosos agentes han patrullado las áreas periféricas de las principales ciudades. Esta estrategia se intensificó aún más anoche, y según los informes oficiales, se detuvo a más de 100 personas.
«Estamos siguiendo las instrucciones de nuestros superiores. El mensaje es claro: no toleraremos que personas intenten perturbar la paz social mediante robos», enfatizó Joaquín Girveaux, titular de la Unidad Regional Norte (URN).
Los vecinos de Yerba Buena, que se encuentra bajo la jurisdicción de esta unidad, fueron testigos de la movilización de efectivos anoche. Caravanas de vehículos policiales recorrieron las principales calles de la ciudad y las áreas con mayor actividad comercial. «No hubo ningún incidente ni amenazas, simplemente estamos marcando presencia para desalentar cualquier acción», comentó Girveaux. «Mi primera reacción fue pensar que algo malo había sucedido. Obviamente, en los grupos de WhatsApp ya comenzaron a circular rumores. Creo que es positivo que la policía esté en la calle en este tipo de situaciones», dijo Dolores Orci.
«Esto es una continuación de los operativos conocidos como ‘Ciudad Segura’, pero ahora, siguiendo las directrices del gobernador Juan Manzur y el ministro de Seguridad Eugenio Agüero Gamboa, los hemos intensificado. Estamos realizando medidas preventivas, y nuestra presencia en las calles no tiene la intención de generar temor, sino de disuadir cualquier tipo de problema», explicó Fernández.
Más del 80% de las detenciones se realizaron por infracciones menores y no por delitos específicos. El 20% restante estuvo relacionado con causas penales, incluyendo a individuos que fueron arrestados por cometer delitos, como cuatro personas que habían robado una motocicleta en Villa Quinteros. Dos de los detenidos parecen ser empleados del servicio penitenciario. También hubo arrestos por resistencia y desobediencia a la autoridad, cuando se negaron a identificarse ante los agentes. Además, se logró capturar a personas que tenían órdenes de arresto pendientes.
«Estamos patrullando las calles. Cuando encontramos a un grupo de personas, les pedimos amablemente que se identifiquen y los invitamos a retirarse. Si no cumplen con la solicitud o se niegan a identificarse, los detenemos por una infracción. Todo se hace de acuerdo con la ley», explicó Fabio Ferreyra, jefe de la Unidad Regional Este (URE).
Fuentes de la Unidad Regional Capital (URC) informaron que también han intensificado los controles en varias ubicaciones. «Hemos ingresado en áreas de alto riesgo. Nuestra presencia es una forma de mostrar que estamos en las calles», afirmó un funcionario. En algunos barrios, los agentes fueron recibidos con piedras, lo que llevó a persecuciones o detenciones.
Anoche, un joven de 16 años ingresó al hospital Centro de Salud con heridas de postas de goma en la espalda. La madre del adolescente afirmó que su hijo fue herido por personal policial que estaba llevando a cabo un operativo en el sur de la capital. Voceros de la URC informaron que en esa zona se produjo un enfrentamiento con disturbios.
El jefe de policía también se esforzó por tranquilizar a la población. «Estamos implementando un nuevo plan para evitar causar alarma. Hemos decidido salir a la calle para mostrar presencia, en lugar de colocar guardias en los grandes centros comerciales como solíamos hacer. La razón es simple: si lo hiciéramos, estaríamos sugiriendo que hay una amenaza cuando en realidad no la hay», comentó.
Los miembros de la ex Brigada están encargados de realizar labores de inteligencia en varias partes de la provincia. «Esto es lo que hacemos siempre, pero en esta ocasión estamos colaborando estrechamente con las unidades responsables de las medidas preventivas», explicó el comisario Jorge Dib.
La fuerza policial trabaja en coordinación con el Ministerio Público Fiscal (MPF). Tres fiscalías están atentas a la situación en las calles. La de Delitos Complejos se encarga de investigar las amenazas o mensajes enviados por desconocidos. Mientras tanto, una fiscalía de Flagrancia y otra de Robo están preparadas para intervenir de inmediato en caso de que se produzca algún incidente de robo en grupo.