Muerte de Suyana: la foto que podría cambiar el curso de la investigación

Cuando Suyana, la tapir que había sido liberada como parte del Proyecto Tapir, falleció a mediados de mes, todo Tucumán se estremeció con la noticia.

Antes de que aparecieran las versiones que sugerían que la muerte del animal había sido provocada por un cazador furtivo, casi dos semanas después de que se descubriera su muerte, la investigación de la fiscal Mariana Rivadeneira tropezó con una serie de incertidumbres.

La Reserva Experimental Horco Molle confirmó en declaraciones a los medios que Suyana fue asesinada por un cazador del barrio que iba armado, según versiones de testigos presenciales. La fiscalía, sin embargo, demostró que los supuestos testigos que tenían la información, o no existían o no declararon oficialmente lo ocurrido. Según fuentes judiciales, los encargados de la Reserva Horco Molle tampoco ofrecieron prueba alguna de sus afirmaciones, por lo que Rivadeneira los amenazó en una carta pidiéndoles que respondieran a una serie de preguntas.

Ante las consultas de Rivadeneira, la institución confirmó que el collar de rastreo de Suyana había dejado de funcionar el 4 de enero, más de tres meses antes de que reportaran su desaparición por una supuesta falla en el sistema de internet.

Luego, aseguraron que desde ese día hasta el 22 de febrero la vigilaban con cámaras que habían colocado en las montañas y buscando señales (como huellas y excremento) durante los recorridos diarios, aunque no especificaron qué días, indicaron que tenía puesto el collar de seguimiento, y agregaron que gozaba de buena salud.

Además, confirmaron que detuvieron su búsqueda el 22 de marzo debido al mal tiempo y que fue retomada el 5 de abril.

Finalmente, aseguraron que habían publicado sobre su desaparición en las redes sociales el 14 de abril y habían pedido ayuda a los lugareños. Según el informe, tres horas después de que se subió la publicación, personas no identificadas revelaron que un cazador furtivo la había matado y proporcionaron la ubicación de sus restos. Sus restos fueron descubiertos en una finca privada un día después por miembros de Delitos Rurales.

Otro dato que llamó la atención de los investigadores fue la pericia realizada por miembros del Departamento de Arqueología Forense, que confirmaron que los huesos analizados correspondían a un ejemplar femenino. Esto fue después de eliminar de la investigación la imagen viral de un tapir muerto rodeado de armas. Suyana murió entre 30 y 45 días antes de su hallazgo, según el informe que recibió recientemente la fiscalía. En ese momento, los investigadores confirmaron que se había observado que estaba viva.

Vecinos del barrio que aseguraban tener conocimiento de la existencia de sus restos desde hace varias semanas sumaron sus testimonios a los de los policías. También se mostró una imagen que muestra el estado avanzado de descomposición del ejemplar. Es extremadamente raro que un cazador abandone la carne después de obtener una pieza tan significativa. El hecho de que no se haya quitado la piel también es inexplicable.

Según los expertos, no había señales de que el animal hubiera sido asesinado allí en el momento del hallazgo. Y evidentemente, llevaba puesto el collar localizador.

La foto que derrumba la hipótesis del cazador:

Finalmente, los responsables deberán presentarse en la fiscalía para ratificar sus dichos y responder todas las dudas que tiene Rivadeneira por las supuestas contradicciones del expediente, explicó la fuente de la Fiscalía.

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