Investigaciones actuales reflejan una transformación en las creencias espirituales de los adultos jóvenes en naciones occidentales, con casos destacados en Inglaterra, Gales y Estados Unidos. Después de un largo período de secularización, sondeos y análisis académicos señalan un resurgimiento de la búsqueda espiritual y, de manera particular, una mayor adhesión al cristianismo entre quienes integran la Generación Z.
En el Reino Unido, un análisis elaborado por YouGov junto a Bible Society mostró que el 48% de las personas entre 18 y 24 años en Inglaterra y Gales asegura creer «definitiva o probablemente» en Dios, divinidades o algún poder superior. Este dato marca un incremento considerable frente al 29% que se registraba en 2018.
El mismo estudio evidenció un avance en la autoidentificación cristiana dentro de ese segmento etario. Si en 2018 apenas el 19% de los jóvenes se catalogaba como cristiano, hacia fines de 2024 ese porcentaje había crecido de forma continua. Al mismo tiempo, la proporción de jóvenes que se declaraba sin religión bajó del 67% al 51%.
En Estados Unidos, la tendencia presenta rasgos parecidos. La American Bible Society reportó el primer aumento en el empleo de la Biblia y en la vinculación con las Escrituras entre adultos jóvenes desde 2021. A su vez, un reporte del Barna Group destacó que la fe en Jesús ha crecido con especial fuerza entre los miembros de la Generación Z.
De acuerdo con Barna, el 66% de los adultos estadounidenses consultados manifestó haber asumido un «compromiso personal con Jesús», lo que implica un crecimiento de 12 puntos porcentuales respecto a 2021. En la misma dirección, el Pew Research Center indicó que la prolongada caída en el número de cristianos en Estados Unidos habría empezado a detenerse.
Este vínculo con la fe también se manifiesta en el entorno digital. Relatos personales compartidos en redes sociales exhiben trayectorias de jóvenes que, después de indagar en otras corrientes espirituales, hallan en el cristianismo una fuente de significado y propósito. Plataformas como TikTok e Instagram se han transformado en canales de difusión religiosa, con materiales que llegan a millones de usuarios.
La atención de los jóvenes por el cristianismo también ganó notoriedad en la cultura masiva, con personalidades del espectáculo y la música asistiendo de manera pública a ceremonias religiosas. Este hecho ayudó a normalizar y hacer visible la práctica religiosa entre audiencias juveniles.
Desde el campo académico, algunos expertos apuntan que el panorama no es homogéneo y sugieren prudencia al leer las cifras. Aunque persiste una desconfianza hacia las instituciones religiosas tradicionales, reconocen un interés creciente por tradiciones espirituales concretas, entre ellas diversas ramas del cristianismo.
Analistas concuerdan en que elementos como la incertidumbre global, el impacto social de la pandemia, el aislamiento digital y la búsqueda de sentido personal podrían estar impulsando este renovado acercamiento a la fe. En ese marco, el cristianismo surge para muchos jóvenes como una referencia espiritual sólida, accesible y con fuerte presencia en los nuevos espacios digitales.
