Tucumán fomenta estilos de vida saludables con una actividad dirigida a pacientes con diabetes tipo 1 en Yerba Buena
Mediante un trabajo conjunto entre el Siprosa, el Programa de Enfermedades Crónicas No Transmisibles del PRIS, el Área Operativa Yerba Buena y el Centro de Salud Municipal doctor Ramón Carrillo, se desarrolló un encuentro formativo y práctico para personas con diabetes insulinodependiente en la Casa de la Cultura de Yerba Buena.
La iniciativa fue organizada por el programa “Se Mueve Tucumán” y tuvo la intervención del reconocido chef Diego La Ruffa, quien ofreció una clase de cocina fundamentada en los lineamientos de una nutrición balanceada.
La doctora Cristina du Plessis, responsable del Departamento de Enfermedades Crónicas No Transmisibles, remarcó el valor del evento. “Estamos demostrando cómo es posible coordinar esfuerzos entre diferentes áreas del sistema sanitario para optimizar el bienestar de quienes padecen diabetes tipo 1. Este encuentro refleja la colaboración entre el Centro de Salud Municipal Ramón Carrillo, el área operativa Yerba Buena y el Caps Islas Malvinas”.
La profesional añadió que la propuesta se enmarca en una estrategia global promovida por el Ministerio de Salud Pública, liderado por el doctor Luis Medina Ruiz: “El programa ‘Se Mueve Tucumán’ constituye un elemento esencial, no solo en el manejo de la diabetes, sino también en la prevención de la diabetes tipo 1 y de gran parte de las patologías crónicas no contagiosas”.
A lo largo de la jornada, los asistentes, entre ellos niños, jóvenes y adultos, formaron parte de diversas dinámicas educativas y lúdicas orientadas a incentivar costumbres sanas.
“La participación del chef Diego La Ruffa es fundamental porque aplica en la práctica las indicaciones sobre alimentación equilibrada, evidenciando que una comida saludable puede ser sabrosa y fácil de preparar en el hogar”, señaló.
La planificación del evento estuvo a cargo de la doctora Carolina Álvarez Sollazzi, especialista en diabetes infanto-juvenil del Centro Municipal Ramón Carrillo, en colaboración con las doctoras García Leonardi y Verónica Caro, del mismo establecimiento y del Caps Islas Malvinas, respectivamente.
“Estas acciones interdisciplinarias consolidan la red de salud y brindan a los pacientes instrumentos concretos para el manejo de su condición. La integración entre programas es lo que efectivamente eleva la calidad de vida de las personas con diabetes”, finalizó du Plessis.
La profesora de Educación Física, Luciana Brito, coordinadora del Área de Salud Activa del Programa ‘Se Mueve Tucumán’, detalló: “Presentamos una introducción acerca de la función de la actividad física dentro de esta enfermedad y ejecutamos una breve secuencia de ejercicios post-ingesta, diseñada para activar el metabolismo y facilitar que el azúcar circulante se emplee como combustible en el músculo”.
El equipo de trabajo estuvo integrado por el coordinador de “Se Mueve Tucumán”, doctor médico deportólogo Cayetano Bellomio, el profesor Laín Fagalde, responsable de la segmento teórico, y Nelson Max Caycho Rivero, quien dirigió la pausa activa junto a los pacientes.
“Deseamos transmitir un mensaje contundente: no existe mejoría en una afección como la diabetes sin movimiento corporal. La actividad física debe ser una práctica constante, incorporada a la vida cotidiana y no un hecho ocasional”, enfatizó.
Por su lado, la doctora Carolina Álvarez Sollazzi, endocrinóloga infantil del Centro Asistencial Ramón Carrillo, aclaró que la convocatoria fue libre para pacientes de cualquier edad: “Trabajamos en equipo desde el Carrillo, el área operativa Yerba Buena, el Programa de Diabetes y el CAPS Islas Malvinas, donde opera una escuela de pacientes. El objetivo fue combinar diversas disciplinas: nutrición, ejercicio físico y cocina sana, en un ámbito de formación e interacción para niños, adolescentes y adultos con diabetes tipo 1”.
La especialista recalcó que este tipo de reuniones posibilitan tratar las variaciones en el tratamiento y control de la diabetes insulinodependiente, impulsando la participación activa de los individuos en el cuidado de su salud.
“La articulación entre los programas y los centros de salud es lo que genuinamente mejora la calidad de vida de las personas con diabetes. Estas vivencias son una muestra del compromiso del sistema sanitario con la formación, la prevención y el seguimiento permanente”, concluyó.

