Un hecho de sangre sorprendió a los vecinos de Martín Fierro al 500, en Yerba Buena, en la madrugada del último sábado cuando el equipo de científicos judiciales del Ministerio Público Fiscal (MPF) arribó a la casa con el número 535. En su interior yacía el cuerpo de un hombre de 30 años, Franco Rodrigo Santucho, con una herida profunda de arma blanca en su pecho. Había dado su último respiro escasas horas antes de la llegada de los investigadores y luego de pasar una velada ingiriendo bebidas alcohólicas junto a su pareja y a otras dos personas todavía no identificadas.
La principal sospechosa del crimen es una mujer de 22 años, pareja del fallecido, con quien tenía además una hija de tres años. Si bien su identidad se mantiene bajo reserva, desde el MPF confirmaron este lunes que quedó imputada y que se le dictó prisión preventiva por tres meses a pedido de su defensa.
La Fiscalía de turno había solicitado seis meses de reclusión, pero el juez a cargo de la causa tuvo en cuenta que la detenida es madre y se encuentra a cargo de una niña de 3 años y que, además, se encuentra cursando un embarazo de 11 semanas. Fue trasladada a la Unidad N° 4 de Banda del Río Salí, donde se le brindarán todos los cuidados de salud correspondientes.
La imputada se enfrenta a una posible pena de reclusión perpetua, según afirmaron desde el Ministerio Público Fiscal.
Qué pasó dentro de la casa
La hipótesis a la que se llegó tras las indagaciones de los integrantes del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF), es que luego de ingerir bebidas alcohólicas y de generarse una discusión entre ambos, entre las 6 y 8 de la madrugada ella habría tomado la determinación de quitarle la vida. Le asestó una certera puñalada en el pecho, que lo mató casi instantáneamente. No tuvo reparo alguno, ni siquiera sabiendo que en el domicilio junto a ellos se encontraba durmiendo su hija de apenas tres años de edad.
En un primer momento, la acusada quiso que la causa de muerte fuera entendida como un suicidio. Más tarde, con la llegada del ECIF y el examen del cuerpo y de la escena, se pudo determinar que se trató de un asesinato. Según el informe técnico, se constataron huellas de arrastre y se practicó una autopsia preliminar que establece que la víctima falleció por un traumatismo abierto de tórax por herida de arma blanca.
La palabra de los investigadores
«Es un hecho donde perdió la vida su pareja y la pretensión punitiva es la prisión perpetua. No tiene arraigo y alquilaba en lugares transitorios en la zona de El Bajo, la víctima y la imputada trabajaban como vendedores ambulantes”, detalló Luz Becerra, auxiliar de fiscal de la Unidad Fiscal de Homicidios II, a cargo de Carlos Sale.
Sobre el entorpecimiento de la investigación, la Auxiliar de Fiscal agregó: “Esto comienza con una denuncia sobre un supuesto suicidio y entendemos la posibilidad de amedrentamiento e influenciar a quienes tienen que declarar como testigos”.
Al referirse al comportamiento en otros procesos, Becerra mencionó una denuncia reciente en la Comisaría XIII (que tramita la Unidad Especializada de Integridad Sexual) y con fecha del 7 de junio del corriente año por parte del Siprosa por falta de cuidados parentales.