Hoy es el primer día de servicio reducido en un 25% en el transporte público, una medida anunciada por los empresarios del transporte para enfrentar la crisis en el sector. Desde sus primeras horas de implementación, esta decisión ha generado demoras significativas, paradas llenas de personas y colectivos abarrotados, provocando la indignación de los usuarios.
Jessica una vecina de Yerba buena se quejó de la línea 5. «Se demora mucho habitualmente, a veces hay media hora de espera. Hoy lo tomé a las 7:20 y solía pasar a las 7; Venía mucho más lleno, demoré mucho en llegar al centro», sostuvo.
Con la reducción de frecuencia, ahora será necesario planificar con más antelación antes de dirigirse a las paradas, según Jessica. «Voy a tener que empezar a salir las paradas antes; hay horarios definidos para los colectivos, pero si lo recortan, hay que salir antes. Vivimos en Yerba Buena, mi esposo y yo entramos a trabajar mañana a las 8, y vamos a salir más temprano», concluyó.
Quejas y reclamos en todos los sectores
«Esperé más de media hora por el 118, vengo desde Alderetes. Los colectivos estaban completamente llenos, al igual que las paradas, con entre 10 y 12 personas esperando. Dejaron a muchas personas en las paradas sin permitirles subir; una señora suplicó que la dejaran subir, ya que iba a perder su cita médica», relató Sandra Pereira, una de las personas entrevistadas que expresó su malestar de manera enérgica. Además, lo hizo mientras llevaba otra media hora de espera en la calle Santiago, esperando otro colectivo.
Sandra criticó directamente a los empresarios del transporte. «Son unos delincuentes. El gobierno debería revocar su licencia. Estamos cansados de ser rehenes de ellos. La última vez, durante una huelga, tuve que tomar un taxi y perdí un día de trabajo. Si antes esperábamos 30 o 35 minutos para un colectivo, ahora es peor», aseveró.
En torno a Sandra, otras personas se unieron al reclamo mientras esperaban la llegada del colectivo. «El 118 ya estaba mal, imagina ahora. Esto perjudica a los niños en la escuela y a las personas que trabajan. A menudo, el colectivo simplemente no para», contó otra mujer que prefirió mantener su nombre en secreto, también expresando su descontento hacia los empresarios. «Incluso perjudican a sus propios trabajadores», añadió.
«No piensan en los trabajadores, quienes se levantan dos horas antes para poder esperar más de una hora por un colectivo. Llegamos tarde y regresamos tarde, y ni siquiera quiero hablar de lo que sucede en verano. Deberían tomar un viaje como lo hacemos nosotros», criticó Mónica, otra de las personas presentes en la parada de calle Santiago.
Mónica comentó que en su área las demoras ya eran excesivas. «En el barrio Los Pinos, los colectivos prácticamente nunca pasan y, además, es seguro que te roben en la parada. El otro día esperé más de dos horas por el 118 y nunca llegó», aseguró. También mencionó que los colectivos dejan de circular muy temprano por la noche. «Mis hijos tenían que regresar a casa a las 21, ya que después de las 22 no pasan», afirmó.
Estos testimonios similares se repiten entre los usuarios. Nélida Cano, jubilada, mencionó que tenía que esperar 40 minutos para tomar un colectivo de la línea 5, cuando antes pasaban cada 10 o 15 minutos cerca de su casa. Con enojo, culpó a los empresarios y también a algunos conductores. «Piden aumentos, se quejan de todo, pero los colectivos son deplorables, y ni hablemos de los conductores», agregó. Incluso insinuó que algunos conductores mostraban animosidad hacia los jubilados, en parte debido a los boletos gratuitos. «Revisan nuestros boletos con demasiada atención. Algunos son bastante desagradables», afirmó.
«El colectivo que siempre espero, el 141, se está demorando media hora fácilmente. Normalmente pasa a las 7 de la mañana, pero hoy hubo una gran demora. Sabía que el servicio se había reducido, pero pensé que, dado que los niños tienen que ir a la escuela, serían más comprensivos y mantendrían el horario, pero no fue así», compartió María, sentada en una parada en la entrada de la terminal. «Hoy el colectivo ya no tenía espacio para más pasajeros», agregó.
«Estoy muy preocupada porque mis niñas van a la escuela por la tarde. Les dije que salieran un poco más temprano porque no sé a qué hora podrán tomar el colectivo. No tenemos otra opción, tenemos que viajar en colectivo, no hay alternativa», expresó con indignación.
«La línea 5 es un desastre, hoy tuvo una gran demora y venía completamente lleno. El 118, que solía ser eficiente, también se está demorando más, fácilmente más de 15 minutos», contó Guillermo, quien señaló la necesidad de mejorar el servicio de transporte. Por su parte, José Zamora, quien ya había estado esperando media hora, esperaba un colectivo de la línea 5 para regresar a su casa y comentó: «Hace tres días tomé el mismo colectivo aquí y llegó mucho más rápido».
«El 11 hoy me hizo esperar mucho. Normalmente lo tomo a las 8:20 y solía pasar a las 8. Solía estar casi vacío, pero hoy estaba lleno», indicó Elba, quien también se quejó de la calidad del servicio. «Es un desastre, hoy el colectivo apenas funcionaba. Se detiene en medio de la calle, no podemos subir, no respetan nada», concluyó.
Un problema de larga data
A pesar de reconocer que las demoras debido a la reducción del servicio son más notorias desde hoy, muchos usuarios afirman que las frecuencias de los colectivos suelen ser un problema común desde hace mucho tiempo.
«Estoy esperando desde hace media hora, pero la línea 5 siempre ha sido así, a veces tenía que tomar otro colectivo para llegar a mi destino. Hoy la demora es mayor y el colectivo está más lleno», dijo Myriam mientras esperaba regresar a casa. También destacó otro problema: la falta de servicios nocturnos.
«Mi hijo trabaja en un centro de llamadas y tiene que pedir salir antes para poder tomar el colectivo, que deja de circular antes de las 23. Desde la pandemia, los horarios se redujeron», señaló Myriam.