El 21 de octubre de 2018, Valentín había celebrado el Día de la Madre con su familia. Por la tarde, se juntó con una amiga para ir a tomar un helado, y al llegar a San Martín al 1.300, la pareja fue sorprendida por un motochorro que pretendió robarle el celular a la adolescente. Valentín en defensa de su amiga, enfrentó al ladrón y logró que la chica corriera. El asaltante le aplicó una puñalada en el pecho, y horas mas tarde moriría en el centro asistencial Ramón Carrillo.
A los pocos días del crimen, Franco “El Tuerto” Valdez fue aprehendido por policías de la División Homicidios, bajo las órdenes de los comisarios Jorge Dib y Diego Bernachi. Tras allanar el domicilio, encontraron una remera, el cuchillo que supuestamente usó en el ataque y la moto que había utilizado para escapar. La fiscal Adriana Giannoni, que estuvo al frente del caso, a través de un estudio genético, comprobó que la sangre encontrada en la prenda y en el arma blanca era de Valentín.
Al analizar el expediente y en especial el testimonio de la amiga de la víctima y de otras personas, Álvaro Zelarayán, abogado de los Villegas, pidió que se agravara la imputación en contra de Valdez. En un primer momento, se lo acusó de homicidio en ocasión de robo, pero el profesional pidió que se utilizara la figura de criminis causa, es decir, que Valdez cometió el crimen por no haber podido concretar el delito. Giannoni compartió el criterio y pidió que se lo enjuicie por ese delito, planteo que posteriormente fue aceptado por el juez Marcelo Mendilaharzu.
“Estimo que hay pruebas suficientes para que el acusado reciba una dura condena. Es el mensaje que necesita recibir la sociedad de la Justicia”, sostuvo Santiago Villegas en una entrevista con el medio colega “La Gaceta”.
El padre de la víctima, en estos 16 meses, colaboró con la investigación. Uno de los trabajos que realizó fue estudiar los antecedentes del imputado. En dos hojas A4 tiene anotados los más de 10 delitos del que fue acusado. Estuvo detenido en varias oportunidades por haber cometido robos, pero también por haber lesionado de una puñalada a otra persona. “De todos esos, sólo recibió una condena que fue mínima. Esto no puede seguir así. Hay que cambiar todo. Por eso les pido al Gobierno, a los legisladores y a los funcionarios judiciales que nos escuchen. Que queremos colaborar para que realmente haya un cambio”, pidió.
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Por otra parte, Villegas sostuvo que hubo un intento para que el caso se resolviera a través de un juicio abreviado. El fiscal Carlos Sale convocó al abuelo de Valentín para ponerlo al tanto de que existía el planteo de recurrir a esta alternativa. Valdez estaba dispuesto a declararse culpable del delito de homicidio en ocasión de robo y no por críminis causa. “Rechazamos porque de esa manera recibiría una pena máximo de 25 años, por lo que dentro de 10, podría comenzar a gozar de salidas transitorias. En cambio, con la otra imputación podría ser condenado a 35 años y no puede acceder a ningún beneficio. Esa es una importante diferencia”, explicó.