Una yerbabuenense en un destructor de la Armada Argentina

Erika Juárez de 23 años, especializada en Comunicaciones, se encuentra a bordo del destructor ARA Almirante Brown desde el 2016, año en el que egreso de la Escuela de Suboficiales de la Armada Argentina.  
Erika, actualmente se encuentra navegando en el Océano Atlántico en el marco del Operativo Multinacional UNITAS. «Sé que tengo mucho que aprender y es largo el camino, pero estoy segura de la decisión que tomé cuando elegí la Armada. Hoy tengo la posibilidad de participar y sumar conocimiento en este ejercicio multinacional que realizamos con otras fuerzas«, afirmó Erika.
En una entrevista realizada al diario colega La Gaceta, conto que fue en el año 2014 cuando pensó en sumarse a la Armada Argentina, año en el que todavía se encontraba cursando la carrera de Trabajo Social: “Todo lo que me dijeron en la Delegación Naval de Tucumán llamó mi atención y me interesó la propuesta académica y las opciones que ofrecían las escuelas«, expresó.
Fue a los 19 años que Erika Juárez inició el camino que la trasladó al sur de Buenos Aires, a la Escuela de Suboficiales de la Armada. Es la primera en su familia que pertenece a una fuerza armada y si bien en un primer momento sus padres no estaban convencidos, finalmente la apoyaron en su decisión: «Al comienzo sólo le dije a mi mamá (Graciela) y después le comenté a mi papá (César), pero ninguno estaba seguro porque pensaban que era una profesión para hombres«, explicó Erika. Llegado el momento, se trasladó a la Base Naval Puerto Belgrano para dar inicio al Período Selectivo Preliminar, en febrero del 2015 y a pesar de la distancia, finalizó la escuela y egresó con la especialidad en Comunicaciones.

Luego de tres años de su egreso comenta sobre lo orgullosos que están sus familiares y amigos: «Ellos no conocían muy bien la Institución ni las tareas que iba a desempeñar, siempre pensaron que iba a estar cerca de la familia pero están contentos de mis logros. Cuando me visitaron mis padres en Puerto Belgrano, me vieron muy bien y eso es lo más importante, para ellos y para mí«.
«Soy Cabo Segundo Comunicaciones«, dice Erika, y explica cuáles son sus funciones en el destructor de la Armada. Afirma que durante su paso por la Escuela de Suboficiales le interesó el tema de las comunicaciones. «La especialidad es muy interesante. Si bien al principio me costó, siempre se está aprendiendo y sumando conocimientos. Mi lugar de trabajo es en la radio y en el puente, donde se reciben y transmiten los mensajes, se arman las carpetas para conocimientos de los jefes y se actualizan las publicaciones. En navegación, sumamos otras funciones propias de la especialidad, como son las guardias de señalero y de banderolas«, expresó.
«En mi jerarquía de cabo estoy en constante formación y toda experiencia es buena para entender mejor la profesión elegida. Me gusta el tema de las banderolas, forma parte de todo lo que aprendimos en la escuela, pero con la práctica constante se registran bien las posiciones y cómo se deben realizar para cumplir con la transmisión del mensaje«, agregó.
Finalmente hace hincapié en que el conocimiento y la confianza en el desempeño de sus funciones coincidieron con la adaptación a la embarcación. «Me incorporé bien a la tripulación del destructor, todo era nuevo al principio pero con el tiempo fui ganando seguridad. Estando lejos de la familia, los compañeros y el trabajo pasan a ser un nuevo hogar«, opina.
Si bien lleva pocos años en la Armada, Erika no se arrepiente de haber elegido este camino y afirma que lo volvería a hacer: «Me siento bien donde estoy y las tareas que realizo, aunque a veces quisiera estar con la familia y compartir tiempo con ellos en las fechas de cumpleaños y reuniones; pero es cuestión de adaptarse y ellos así lo entienden también«.
En cuanto a su proyección de carrera confeso que le gustaría seguir adquiriendo conocimientos para ser buena profesionalmente. «Este operativo es una gran oportunidad para seguir desarrollándome en la  carrera«, finalizó.

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