La quema provocó una lluvia de cenizas e indignación en Yerba Buena

“Me encantaría que alguien me cuente de cuánto es la multa o cuánto tiempo de inhabilitación tiene el campo de la persona que no entendió que está prohibido quemar”. De esta manera comenzó su posteo en Facebook una vecina de Yerba Buena que alcanzó el hartazgo cuando vio que el martes literalmente “llovían” cenizas en el fondo de su casa. 
Varias publicaciones similares a la Daniela Albornoz fueron compartidas en las redes sociales para denunciar las complicaciones que ayer por la tarde estaban ocasionando a la ciudad y a sus habitantes la quema de caña en cañaverales y pastizales en campos cercanos.
“Avisen si cada uno puede hacer lo que quiere y nos larguemos todos a hacer lo que nos convenga. Ojalá (el hollín) sólo ensucie, pero la realidad es que contamina y enferma. Cansa la falta de respeto y el desinterés de los que deben hacer algo”, completó Albornoz visiblemente ofuscada por una situación que se repite durante la zafra. 
Por su parte, el concejal Pedro Rojas (PRO) utilizó su cuenta de Twitter para calificar de “impresentables” a los empresarios de la industria azucarera en la Provincia. “Yerba Buena se llenó de cenizas por la quema de caña de azúcar. Estos empresarios son impresentables, ni hablar de la justicia y menos de los funcionarios que deben hacer cumplir la ley”, completó. 


El pedido de los Bomberos
Consultados por el Diario de Yerba Buena, los Bomberos Voluntarios de esa localidad, sostuvieron que ayer no fueron convocados para actuar pero reconocieron que los incendios de cañaverales y pastizales son frecuentes. El agente Pedro Rodríguez Salazar mencionó a Horco Molle, El Manantial, Villa Carmela y San Pablo como las zonas en donde frecuentemente se recurre al fuego para 'limpiar' predios o campos a menor costo.   
"Con un bidón de nafta y un fósforo, con dos pesos, alcanza para arrasar con un campo entero. Nosotros vimos campos de limones completos que fueron quemados para iniciar la construcción de barrios cerrados y countries. También, la utilización del fuego para quemar caña", apuntó el bombero voluntario, quien reparó en que este tipo de incendios intencionales insumen gastos y recursos que la organización podría reservar para salvar vidas. En este sentido, recordó que en una oportunidad rompieron una manguera cuando estaban trabajando para sofocar un incendio que se reitera cada año en avenida Perón al 400. 
"Hicimos muchas campañas, todas a pulmón, para generar conciencia en la población. Afortunadamente, gracias a la colaboración de los vecinos, pudimos reducir entre un 20% y un 30% la quema de pastizales. Sin embargo, con los propietarios de los campos de cañaverales o de citrus no tuvimos la misma suerte", señaló. 
Por eso, Rodríguez Salazar apuntó a que la Provincia utilice los recursos destinados al Plan Nacional de Manejo del Fuego para controlar esta situación que, entre otros trastornos, provoca un severo daño al medio ambiente, a la salud de las personas, al tendido eléctrico de poblaciones cercanas y a la visibildiad en rutas y caminos.  

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