Interesa perjudicar y no la defensa de los trabajadores
Todo gremio tiene como premisa fundamental la defensa de los intereses de sus representados, para el caso del Sindicato de Empleados Municipales de Yerba Buena va de suyo que es el empleado del municipio. El titular del sindicato es Carlos “la Vieja” Reynoso.
En primer lugar no debiéramos confundir a las conductas y costumbre de este individuo con la entidad gremial. Reynoso es un representante legítimo de los trabajadores pero su gestión es una de las más retrogradas en concepto de lo que debe hacer un representante gremial y también en la acción que desarrolla para obtener beneficios para los trabajadores.
Este Sr. es el reflejo de una dirigencia anquilosada y vetusta, incapaz de mantener un dialogo racional con el Departamento ejecutivo de YB, legitimado irrefutablemente en las últimas elecciones del 22 de octubre. Este sindicalista actúa aviesamente según los designios del Frente para la Victoria (FpV) quien pretende obstaculizar por todos los medios a la gestión de Mariano Campero en Yerba Buena. No importa el por qué y mucho menos el cómo. La metodología es la protesta por la protesta misma, primero el perjudicar al intendente por encima de la justeza o validez de los reclamos, no importa si es responsabilidad del municipio o del gobierno de la provincia. Primero perjudica y ve que pasa. Primero quema cubiertas, perjudica a vecinos, comerciantes, ensucia la ciudad, crea caos, genera violencia.
Hoy, una vez más, lo ha hecho.
Reclama fundamentalmente:
• El 82 % móvil, para que esto se dé debe actuar la provincia y la Nación, NO ES incumbencia municipal
• El pase a planta permanente de los empleados que figuran bajo el código 1111. NO ES facultad del municipio sino del gobierno provincial en función al Pacto Fiscal.
• Que los cargos municipales sean heredables, hecho que no solo NO TIENE ASIDERO LEGAL como expresa, sino que vulnera el principio de igualdad entre los ciudadanos y porque no decirlo el de idoneidad.
Todos, sin distinción política, pretendemos que los trabajadores tengan un sueldo digno, estabilidad laboral, ambiente laboral adecuado, etc. La gestión de Mariano Campero no es ajena a esa pretensión. Pero no está dentro de sus facultades el poder resolver estos reclamos.
Todos son resorte exclusivo y excluyente del Poder Ejecutivo Provincial. El gremio y su secretario general lo saben. Y lo mismo reclama y responsabiliza a la gestión municipal de Campero. Primero el perjuicio, el dañar sin razón. Engaña a sus representados haciéndolos serviles a intereses políticos del partido gobernante, el FpV.
Espero que algún día haya gremialistas en serio y no esta pantomima dirigencial más preocupada por mantener sus prerrogativas que consolidar el gremio. Que estén más ocupados en engrandecer el municipio que defender intereses personales, sectoriales y por allí sectarios.
Que el vecino sepa y saque sus conclusiones
Todo gremio tiene como premisa fundamental la defensa de los intereses de sus representados, para el caso del Sindicato de Empleados Municipales de Yerba Buena va de suyo que es el empleado del municipio. El titular del sindicato es Carlos “la Vieja” Reynoso.
En primer lugar no debiéramos confundir a las conductas y costumbre de este individuo con la entidad gremial. Reynoso es un representante legítimo de los trabajadores pero su gestión es una de las más retrogradas en concepto de lo que debe hacer un representante gremial y también en la acción que desarrolla para obtener beneficios para los trabajadores.
Este Sr. es el reflejo de una dirigencia anquilosada y vetusta, incapaz de mantener un dialogo racional con el Departamento ejecutivo de YB, legitimado irrefutablemente en las últimas elecciones del 22 de octubre. Este sindicalista actúa aviesamente según los designios del Frente para la Victoria (FpV) quien pretende obstaculizar por todos los medios a la gestión de Mariano Campero en Yerba Buena. No importa el por qué y mucho menos el cómo. La metodología es la protesta por la protesta misma, primero el perjudicar al intendente por encima de la justeza o validez de los reclamos, no importa si es responsabilidad del municipio o del gobierno de la provincia. Primero perjudica y ve que pasa. Primero quema cubiertas, perjudica a vecinos, comerciantes, ensucia la ciudad, crea caos, genera violencia.
Hoy, una vez más, lo ha hecho.
Reclama fundamentalmente:
• El 82 % móvil, para que esto se dé debe actuar la provincia y la Nación, NO ES incumbencia municipal
• El pase a planta permanente de los empleados que figuran bajo el código 1111. NO ES facultad del municipio sino del gobierno provincial en función al Pacto Fiscal.
• Que los cargos municipales sean heredables, hecho que no solo NO TIENE ASIDERO LEGAL como expresa, sino que vulnera el principio de igualdad entre los ciudadanos y porque no decirlo el de idoneidad.
Todos, sin distinción política, pretendemos que los trabajadores tengan un sueldo digno, estabilidad laboral, ambiente laboral adecuado, etc. La gestión de Mariano Campero no es ajena a esa pretensión. Pero no está dentro de sus facultades el poder resolver estos reclamos.
Todos son resorte exclusivo y excluyente del Poder Ejecutivo Provincial. El gremio y su secretario general lo saben. Y lo mismo reclama y responsabiliza a la gestión municipal de Campero. Primero el perjuicio, el dañar sin razón. Engaña a sus representados haciéndolos serviles a intereses políticos del partido gobernante, el FpV.
Espero que algún día haya gremialistas en serio y no esta pantomima dirigencial más preocupada por mantener sus prerrogativas que consolidar el gremio. Que estén más ocupados en engrandecer el municipio que defender intereses personales, sectoriales y por allí sectarios.
Que el vecino sepa y saque sus conclusiones
Rodolfo Aranda