El Concejo de Yerba Buena lleva más de un año en crisis

CONFLICTO INSTITUCIONAL
El Concejo de Yerba Buena lleva más de un año en crisis
El cuerpo legislativo de la Ciudad Jardín aún no aprobó el presupuesto correspondiente a 2017 y cuenta con una banca menos desde octubre del año pasado. Acusan a ediles opositores al intendente de querer desestabilizar al Poder Ejecutivo municipal.
El Concejo Deliberante de Yerba Buena a lo largo de 2017 fue materia de polémica por diferentes motivos: una banca vacía durante un año entero, órdenes judiciales, denuncias penales, falta de quorum y hasta piñas en medio de una sesión.
El 1 de marzo el intendente de Yerba Buena, Mariano Campero dio inicio al periodo de sesiones ordinarias del Concejo. Al final de su discurso, comunicaba: “Tenemos que dejar de lado cualquier disputa ideológica y hacer lo que verdaderamente debemos hacer: trabajar por la ciudad”.
Todo lo contrario, el año arrancó con la denuncia de Rodolfo Aranda ante el Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y el Racismo) contra el presidente del Concejo Benjamín Zelaya y la presentación de un recurso de amparo ante la justicia para que lo “dejen” asumir.
La décima banca que le corresponde a Aranda, permanece vacía desde que Lisandro Argiró tomara licencia para asumir como Secretario de Gobierno de Mariano Campero en octubre de 2016.
Luego, en el mes de julio se llamó a una sesión ordinaria que terminó a los golpes, cuando unas 50 personas se reunieron a las afueras del recinto para solicitar que no se trate la remoción de Javier Jantus, concejal acusado de exponer fotográficamente a su par Lucas Cerúsico por dormir durante una sesión.
En el mes de septiembre la Justicia ordenó al Concejo «deponer» de su prohibición a Aranda. La Cámara en lo Contencioso Administrativo exigió al cuerpo legislativo cesar su omisión arbitraria y analizar con razonabilidad si el ex funcionario municipal reunía las condiciones para ocupar su banca. Sin embargo, aun hoy Rodolfo Aranda no asumió como concejal.
Los ediles, en lugar de tratar este tema, decidieron debatir la suspensión de la licencia a Argiró. Sin embargo, antes de que inicie dicha sesión, el secretario de Gobierno, presentó su renuncia a la décima banca, para dejar sin efecto las acciones de los ediles opositores.
Los conflictos de intereses se mantuvieron todo el año al interior del recinto, de hecho, en la última sesión especial convocada el 26 de octubre se decidió no aprobar el presupuesto 2017. Esta decisión demora las inversiones que el municipio necesita realizar para concluir obras y pagar sueldos entre otras cosas. Tanto los concejales afines a Campero, como los funcionarios de la municipalidad, consideran que esta sesión en su totalidad buscó reducir la libertad de movimiento del ejecutivo municipal y desfinanciar el municipio. Además, recalcaron el uso de las sesiones especiales por parte de los concejales opositores al intendente, como herramienta para coartar la participación del resto.
En total las sesiones que contaron con quorum en el año fueron seis. De las cuales 3 fueron sesiones especiales. Lo que caracteriza a este tipo de sesiones, es que los temas que se tratan son de carácter urgente y no se pueden sumar ningún tema al orden del día.  Se las convoca cuando el presidente lo cree necesario, o bien cuando cinco concejales lo solicitan.

El Concejo Deliberante de Yerba Buena a lo largo de 2017 fue materia de polémica por diferentes motivos: una banca vacía durante un año entero, órdenes judiciales, denuncias penales, falta de quorum y hasta piñas en medio de una sesión.

El 1 de marzo el intendente de Yerba Buena, Mariano Campero dio inicio al periodo de sesiones ordinarias del Concejo. Al final de su discurso, comunicaba: “Tenemos que dejar de lado cualquier disputa ideológica y hacer lo que verdaderamente debemos hacer: trabajar por la ciudad”.

Todo lo contrario, el año arrancó con la denuncia de Rodolfo Aranda ante el Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y el Racismo) contra el presidente del Concejo Benjamín Zelaya y la presentación de un recurso de amparo ante la justicia para que lo “dejen” asumir.

La décima banca que le corresponde a Aranda, permanece vacía desde que Lisandro Argiró tomara licencia para asumir como Secretario de Gobierno de Mariano Campero en octubre de 2016.

Luego, en el mes de julio se llamó a una sesión ordinaria que terminó a los golpes, cuando unas 50 personas se reunieron a las afueras del recinto para solicitar que no se trate la remoción de Javier Jantus, concejal acusado de exponer fotográficamente a su par Lucas Cerúsico por dormir durante una sesión.

En el mes de septiembre la Justicia ordenó al Concejo «deponer» de su prohibición a Aranda. La Cámara en lo Contencioso Administrativo exigió al cuerpo legislativo cesar su omisión arbitraria y analizar con razonabilidad si el ex funcionario municipal reunía las condiciones para ocupar su banca. Sin embargo, aun hoy Rodolfo Aranda no asumió como concejal.Los ediles, en lugar de tratar este tema, decidieron debatir la suspensión de la licencia a Argiró. Sin embargo, antes de que inicie dicha sesión, el secretario de Gobierno, presentó su renuncia a la décima banca, para dejar sin efecto las acciones de los ediles opositores.

Los conflictos de intereses se mantuvieron todo el año al interior del recinto, de hecho, en la última sesión especial convocada el 26 de octubre se decidió no aprobar el presupuesto 2017. Esta decisión demora las inversiones que el municipio necesita realizar para concluir obras y pagar sueldos entre otras cosas. Tanto los concejales afines a Campero, como los funcionarios de la municipalidad, consideran que esta sesión en su totalidad buscó reducir la libertad de movimiento del ejecutivo municipal y desfinanciar el municipio. Además, recalcaron el uso de las sesiones especiales por parte de los concejales opositores al intendente -cuatro de ellos: Zelaya, García, Aguirre y Aráoz quienes en 2016 evitaron la realización de sesiones durante meses mediante la falta de quórum- , como herramienta para coartar la participación del resto, 

En total las sesiones que contaron con quorum en el año fueron seis. De las cuales 3 fueron sesiones especiales. Lo que caracteriza a este tipo de sesiones, es que los temas que se tratan son de carácter urgente y no se pueden sumar ningún tema al orden del día.  Se las convoca cuando el presidente lo cree necesario, o bien cuando cinco concejales lo solicitan.

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