Piden detener el cautiverio y tráfico de animales silvestres
Se trata del cuarto tipo de tráfico ilegal más redituable en el mundo. Tras la situación vivida el fin de semana, la Reserva Experimental de Horco Molle pide colaboración con esta campaña.
Luego del robo de $80 mil y un ave en peligro de extinción, desde la Reserva Experimental de Horco Molle solicitan colaboración para terminar con el cautiverio y el tráfico de animales silvestres.
El director de la reserva, Juan Pablo Juliá, expuso que “el tráfico de vida silvestre es el cuarto tráfico ilegal más redituable en el mundo después del tráfico de drogas, de armas y recientemente superado por el tráfico de seres humanos. En la década del 90 esta actividad movía unos 20 mil millones de dólares anuales y en esta época, Argentina era el tercero o cuarto exportador mundial de fauna y productos de fauna silvestre”.
Juliá relata que esta situación ha cambiado porque mucho de lo que se exportaba legalmente, se ha dejado de exportar. Sin embargo, destaca que lo que genera mucho movimiento en la actualidad, son las ventas de aves canoras en ferias y mercados de fin de semana “mueven grandes volúmenes de pájaros y esto tiene un alto impacto en la fauna. Por cada pájaro que se está vendiendo, entre ocho y nueve han muerto en el proceso de captura, almacenaje y traslado”.
En este sentido, aclara que en el caso concreto del cardenal amarillo que se llevaron de la Reserva, se trata de una especie amenazada que está en peligro de extinción, en parte por la destrucción de su hábitat y empeorado por el tráfico ilegal de la especie, o su adquisición como mascota.
Si bien existen leyes a provincial y nacional que establecen la prohibición de la venta de animales silvestres como mascotas y casi la totalidad de las aves canoras están prohibidas para la venta, ocurre muy a menudo.
La investigación sobre el robo ocurrido el fin de semana en la reserva, continúa su curso y se encuentra en manos de la Policía Federal.
Luego del robo de $80 mil y un ave en peligro de extinción, que ocurrió el fin de semana pasado,desde la Reserva Experimental de Horco Molle solicitan colaboración para terminar con el cautiverio y el tráfico de animales silvestres.
El director de la reserva, Juan Pablo Juliá, expuso que “el tráfico de vida silvestre es el cuarto tráfico ilegal más redituable en el mundo después del tráfico de drogas, de armas y recientemente superado por el tráfico de seres humanos. En la década del 90 esta actividad movía unos 20 mil millones de dólares anuales y en esta época, Argentina era el tercero o cuarto exportador mundial de fauna y productos de fauna silvestre”.
Juliá relata que esta situación ha cambiado porque mucho de lo que se exportaba legalmente, se ha dejado de exportar. Sin embargo, destaca que lo que genera mucho movimiento en la actualidad, son las ventas de aves canoras en ferias y mercados de fin de semana “mueven grandes volúmenes de pájaros y esto tiene un alto impacto en la fauna. Por cada pájaro que se está vendiendo, entre ocho y nueve han muerto en el proceso de captura, almacenaje y traslado; está prohibida la venta de casi la totalidad de las aves canoras”.
En este sentido, aclara que en el caso concreto del cardenal amarillo que se llevaron de la Reserva, se trata de una especie amenazada que está en peligro de extinción, en parte por la destrucción de su hábitat y empeorado por el tráfico ilegal de la especie, o su adquisición como mascota.
Si bien existen leyes a provincial y nacional que establecen la prohibición de la venta de animales silvestres como mascotas, ocurre muy a menudo.