Belén Herrera: “Quiero ser una artista representativa de mi ciudad”

Belén Herrera: “Quiero ser una artista representativa de mi ciudad”
Criada en medio de festivales y peñas en el seno de una familia de artistas, Belén Herrera representa a Yerba Buena a donde sea que vaya y asegura “La zamba es tucumana”.
Belén aguarda nuestra llegada junto a su hijo, Lorenzo, de cuatro años que juega sereno en una mesa.  Dice que él es el motor de su vida, y lo más importante que quiere dejarle es la imagen de una madre que fue feliz, para qué él también, busque ese objetivo en la vida.
Movilizada por este principal fin, la joven artista yerbabuenense, no se cansa de repetir que se encuentra en un proceso de continuo aprendizaje para llegar a su meta: Vivir de lo que ama, la música. Con mirada profunda, expresa: “la vida es muy corta, le pido a Dios que me de muchos años para poder hacer lo que me gusta”.  
Hija de un folclorista que cantó muchísimos años junto a Los Amancay, Ricardo Herrera, y apoyada por toda su familia, Belén recuerda sus primeros pasos en este ambiente que, según sus palabras, la cautivó: “Me he criado en medio de festivales y peñas, el fin de semana salíamos todos cuando cantaba mi papá. Me fue cautivando ese ambiente por eso hoy estoy emprendiendo mi carrera de folclorista solista”.
Reconoce que es todo un desafío vivir de lo que uno ama, porque hay que poner mucho esfuerzo y es mucha la responsabilidad. “Es un ambiente complicado y lindo a la vez, si bien estas con mucha gente, también estás muy sola en otras cosas, para que te conozcan tenés que golpear muchas puertas, a veces se abren y a veces no. En mi caso tuve mucha gente que me apoyó en esa búsqueda”.
Belén no duda en expresar el lugar distinguido que le da a la ciudad de Yerba Buena en su vida “quiero ser una artista representativa de mi provincia y de mi ciudad, que es Yerba Buena. A donde voy yo digo que soy de Yerba Buena. 
En 2015 participó en un programa de TELEFE, “Elegidos” conducido por Marley. Recuerda que en ese programa ella representó a la ciudad de Yerba Buena específicamente: “cuando me presentaban no decía Tucumán, decía Yerba buena. Yo me crié acá, conozco mi barrio, yo soy del telefónico, conozco a mis vecinos, conozco las calles internas, el cerro, mis amigos están acá; para mí es la mejor ciudad, quien diga que no, me está mintiendo”.
Los escenarios que la vieron debutar como artista, fueron los del colegio Aconquija, al que le tiene mucho cariño y recuerda con mucho afecto: “Yo fui casi toda mi vida al Aconquija y lo mando a mi hijo ahí, porque cuando voy siento ese olor calentito, veo las mismas aulas, las mismas maestras.”
En confidencia y con una sonrisa en la cara, Belén recuerda una anécdota familiar que marcó el inicio de su camino como artista solista: “Mi papá nos hacía cantar a mí y a mis tres hermanos. Yo la mayor, después mi hermana Fernanda, Ricardito, y mi hermana Carolina que tocaba una quenita y marcaba el ritmo con una sola nota; cantábamos y todos aplaudían. Después mi papá me hacía cantar a mi sola como a los diez años y yo no quería.  Me sabía tres canciones, y cuando estábamos con gente mi papá me decía que cante: 
-Cantá esta canción.
– No, le decía yo y le pellizcaba la espalda.
– Bueno canta la otra. 
-No le decía yo y le volvía a pellizcar.
Entonces cuando volvíamos a la casa y yo le pedía que toque una canción, él me decía que no. Que cante yo sola. Así que un día agarré la guitarra por primera vez, quería tocar ‘Zamba de mi Esperanza’, que tiene tres acordes, y no me salía. Me largue a llorar. Así que ahí empecé a estudiar música”.
Empezó muy chiquitita cantando en las peñas con su papá. A los 17 conoció a su profesor de música, José María Montinti. No escatima en palabras de afecto y admiración cuando habla de él: “creo que es uno de los grandes exponentes que tiene Tucumán; es un grande y no es reconocido, no hay profesor que conozca más sobre los artistas que él y es un defensor de los artistas tucumanos. Con él fui conociendo la zamba, a los autores tucumanos, porque la zamba es tucumana y también empecé a conocer los lugares que describen esas zambas”.
En el 2015 presentó su primer disco, “Sangre Morena”, en el teatro Alberdi junto a Rubén Patagonia, a quién considera un gran amigo; “trae mucha historia de su pueblo aborigen, fue muy especial cantar con él, me sorprendió la calidez, la parte humilde del artista, porque da lugar a los artistas que recién comenzamos”.
También participó en Cosquín con la delegación de Tucumán en los años 2012 y en 2016, presentando la canción del Bicentenario. “Sentí mucha responsabilidad y mucha alegría, todos queremos estar ahí. En el 2012 Tucumán volvió a participar en Cosquín después de 25 años. Ahí me di cuenta, el trabajo que hice me trajo hasta aquí”.
En 2015, en una de las peñas de Cosquín, conoció a un gran productor de artistas, que trabaja con artistas conocidos como Abel Pintos, Los Nocheros, Patricia Sosa. “me escucho cantar y me llamó para que hagamos algo. La noche que me presenté para cantar la canción del bicentenario me dijo ‘ya somos un equipo’, me caían las lágrimas y al mismo tiempo no se me borraba la sonrisa de la cara”, recuerda emocionada.
Orgullosa, recuerda también los pasos por el mundo de la música que realiza actualmente su hermano Ricardo. “Mi hermano está cantando en ‘Los Papachos’, dice y sonríe; nunca creí que mi hermano iba a cantar. Una vez se fue a ciudad del este y volvió con una trompeta. Se puso a practicar y un día se fue a conocer Latinoamérica durante todo un año. Volvió cantando a Tucumán y armó su banda que tocan Cumbia peruana. Tocaron en Brasil, se fue de gira y lo fuimos a ver con toda mi familia hasta mis abuelos. Esto me demuestra que ha trabajado duro para conseguir lo que quería, somos soñadores, pero que hacen cosas”.
El rol de los artistas, para Belén es fundamental en los tiempos que corren: “estamos en una sociedad en la que está todo acelerado, y los artistas somos los que damos el respiro, quiero ser ese respiro”.
Para finalizar, reflexiona, “para mí es un gran regalo todo lo que me está pasando, porque quiero hacer del canto mi medio de vida. A todos mis profesores los llevo en mi corazón, al profesor Mendoza y el profesor Conde, a María Rosa Tetta de Gómez, y muchos otros”.
En mayo lanzará su próximo disco producido por Hugo Casas. Es un material que contará con artistas invitados, músicos muy buenos, además de contener los primeros temas de Belén Herrera como Cantautora. “Lo vamos a presentar a nivel país. Deposito en este nuevo material muchísimo: mi ganas, mi tiempo, haber dejado a mi hijo para ir a grabar a Buenos Aires, le puse mucho corazón, además me apoyo toda mi familia”. 

Belén aguarda nuestra llegada junto a su hijo, Lorenzo, de cuatro años que juega sereno en una mesa. Dice que él es el motor de su vida, y lo más importante que quiere dejarle es la imagen de una madre que fue feliz, para qué él también, busque ese objetivo en la vida.

Movilizada por este principal fin, la joven artista yerbabuenense, no se cansa de repetir que se encuentra en un proceso de continuo aprendizaje para llegar a su meta: Vivir de lo que ama, la música. Con mirada profunda, expresa: “la vida es muy corta, le pido a Dios que me de muchos años para poder hacer lo que me gusta”.  

Hija de un folclorista que cantó muchísimos años junto a Los Amancay, Ricardo Herrera, y apoyada por toda su familia, Belén recuerda sus primeros pasos en este ambiente que, según sus palabras, la cautivó: “Me he criado en medio de festivales y peñas, el fin de semana salíamos todos cuando cantaba mi papá. Me fue cautivando ese ambiente por eso hoy estoy emprendiendo mi carrera de folclorista solista”.

Reconoce que es todo un desafío vivir de lo que uno ama, porque hay que poner mucho esfuerzo y es mucha la responsabilidad. “Es un ambiente complicado y lindo a la vez, si bien estas con mucha gente, también estás muy sola en otras cosas, para que te conozcan tenés que golpear muchas puertas, a veces se abren y a veces no. En mi caso tuve mucha gente que me apoyó en esa búsqueda”.

Belén no duda en expresar el lugar distinguido que le da a la ciudad de Yerba Buena en su vida “quiero ser una artista representativa de mi provincia y de mi ciudad, que es Yerba Buena. A donde voy yo digo que soy de Yerba Buena. 

En 2015 participó en un programa de TELEFE, “Elegidos” conducido por Marley. Recuerda que en ese programa ella representó a la ciudad de Yerba Buena específicamente: “cuando me presentaban no decía Tucumán, decía Yerba buena. Yo me crié acá, conozco mi barrio, yo soy del telefónico, conozco a mis vecinos, conozco las calles internas, el cerro, mis amigos están acá; para mí es la mejor ciudad, quien diga que no, me está mintiendo”.

Los escenarios que la vieron debutar como artista, fueron los del colegio Aconquija, al que le tiene mucho cariño y recuerda con mucho afecto: “Yo fui casi toda mi vida al Aconquija y lo mando a mi hijo ahí, porque cuando voy siento ese olor calentito, veo las mismas aulas, las mismas maestras.”

En confidencia y con una sonrisa en la cara, Belén recuerda una anécdota familiar que marcó el inicio de su camino como artista solista: “Mi papá nos hacía cantar a mí y a mis tres hermanos. Yo la mayor, después mi hermana Fernanda, Ricardito, y mi hermana Carolina que tocaba una quenita y marcaba el ritmo con una sola nota; cantábamos y todos aplaudían. Después mi papá me hacía cantar a mi sola como a los diez años y yo no quería.  Me sabía tres canciones, y cuando estábamos con gente mi papá me decía que cante:

 -Cantá esta canción.

– No, le decía yo y le pellizcaba la espalda.

– Bueno canta la otra.

-No le decía yo y le volvía a pellizcar.

Entonces cuando volvíamos a la casa y yo le pedía que toque una canción, él me decía que no. Que cante yo sola. Así que un día agarré la guitarra por primera vez, quería tocar ‘Zamba de mi Esperanza’, que tiene tres acordes, y no me salía. Me largue a llorar. Así que ahí empecé a estudiar música”.

Empezó muy chiquitita cantando en las peñas con su papá. A los 17 conoció a su profesor de música, José María Montinti. No escatima en palabras de afecto y admiración cuando habla de él: “creo que es uno de los grandes exponentes que tiene Tucumán; es un grande y no es reconocido, no hay profesor que conozca más sobre los artistas que él y es un defensor de los artistas tucumanos. Con él fui conociendo la zamba, a los autores tucumanos, porque la zamba es tucumana y también empecé a conocer los lugares que describen esas zambas”.

En el 2015 presentó su primer disco, “Sangre Morena”, en el teatro Alberdi junto a Rubén Patagonia, a quién considera un gran amigo; “trae mucha historia de su pueblo aborigen, fue muy especial cantar con él, me sorprendió la calidez, la parte humilde del artista, porque da lugar a los artistas que recién comenzamos”.

También participó en Cosquín con la delegación de Tucumán en los años 2012 y en 2016, presentando la canción del Bicentenario. “Sentí mucha responsabilidad y mucha alegría, todos queremos estar ahí. En el 2012 Tucumán volvió a participar en Cosquín después de 25 años. Ahí me di cuenta, el trabajo que hice me trajo hasta aquí”.

En 2015, en una de las peñas de Cosquín, conoció a un gran productor de artistas, que trabaja con artistas conocidos como Abel Pintos, Los Nocheros, Patricia Sosa. “me escucho cantar y me llamó para que hagamos algo. La noche que me presenté para cantar la canción del bicentenario me dijo ‘ya somos un equipo’, me caían las lágrimas y al mismo tiempo no se me borraba la sonrisa de la cara”, recuerda emocionada.

Orgullosa, destaca los pasos por el mundo de la música que realiza actualmente su hermano Ricardo. “Mi hermano está cantando en ‘Los Papachos’, dice y sonríe; nunca creí que mi hermano iba a cantar. Una vez se fue a ciudad del este y volvió con una trompeta. Se puso a practicar y un día se fue a conocer Latinoamérica durante todo un año. Volvió cantando a Tucumán y armó su banda que tocan Cumbia peruana. Tocaron en Brasil, se fue de gira y lo fuimos a ver con toda mi familia hasta mis abuelos. Esto me demuestra que ha trabajado duro para conseguir lo que quería, somos soñadores, pero que hacen cosas”.

El rol de los artistas, para Belén, es fundamental en los tiempos que corren: “estamos en una sociedad en la que está todo acelerado, y los artistas somos los que damos el respiro, quiero ser ese respiro”.

Para finalizar, reflexiona, “para mí es un gran regalo todo lo que me está pasando, porque quiero hacer del canto mi medio de vida. A todos mis profesores los llevo en mi corazón, al profesor Mendoza y el profesor Conde, a María Rosa Tetta de Gómez, y muchos otros”.

En mayo lanzará su próximo disco producido por Hugo Casas. Es un material que contará con artistas invitados, músicos muy buenos, además de contener los primeros temas de Belén Herrera como Cantautora. “Lo vamos a presentar a nivel país. Deposito en este nuevo material muchísimo: mi ganas, mi tiempo, haber dejado a mi hijo para ir a grabar a Buenos Aires, le puse mucho corazón, además me apoyo toda mi familia”. 

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