Pasando el puente de la avenida Perón, un vecino se encontró con una situación que le consternó: «un pobre caballo que tiraba de un carro estaba agonizando sobre el asfalto, aparentemente por un infarto», manifestó.
Además, según su relato, los automovilistas que pasaban insultaban a los carreros por la explotación de los animales: «tenía marcas de heridas cicatrizadas y sus patas tenían los cascos rotos de tanto andar», añadió.
«¿Cuánto tiempo más tendremos que ver esta explotación de los animales en Tucumán?», agregó.
Cabe recordar que en el año 2012 se produjo la primera iniciativa para terminar con la TaS (Tracción a Sangre), basada en una experiencia exitosa en Córdoba que reemplazó los caballos por motocarros. Recién a principios de 2015 intentó aplicarse en la provincia pero sin ningún éxito: entregaron motocaros a 10 carreros y todos eventualmente terminaron volviendo a la TaS.
Para poder revertir la situación deben tratarse con cuidado los complejos condicionamientos económicos, sociales y culturales que afectan al los carreros.