Las semifinales del torneo argentino Juvenil M-18 dejaron un sabor amargo para los «Naranjitas», que se quedaron con las ganas de disputar la final al caer con Cuyo por 17 a 10.
Tucumán entró dormido a un partido que en los papeles iba a ser complicado, ya que en cuestión de minutos la visita sacó una ventaja importante gracias a dos penales y una conversión, finalizando la la primera mitad por 12 a 3.
En el complemento, los locales salieron a «comerse» al rival, pero la falta de claridad y jugar 10 minutos con dos hombres menos, impidieron que los chicos logren la hazaña.
“Fue un partido duro. Entramos dormidos y regalamos el primer tiempo. Marcaron nuestros errores y trabajaron sobre eso” reconoció Bernabé Alzabé, uno de los entrenadores del equipo que este sábado buscará quedarse con el tercer puesto ante Mar del Plata, que cayó ante Buenos Aires por 27 a 18.