Preocupa el estado del puente del río Muerto

Las tormentas registradas en las últimas semanas castigaron las bases del puente que atraviesa el río Muerto, sobe la ruta 338.
Funcionarios, entre ellos el jefe operativo de la Dirección Provincial de Vialidad, Pedro Madrid,que recorrieron el cruce en la zona del Corte, en la ciudad de Yerba Buena, aseguraron que por ahora la estructura no corre peligro de derrumbe, aunque las obras para proteger los estribos comenzarán la semana que viene. 
“Detectamos un proceso de erosión marcada sobre uno de los estribos. Tenemos pensado hacer algo para evitar que se siga desgastando. Pero la estabilidad del puente no se encuentra en riesgo”, afirmó Madrid. Anunció además que las tareas se harán por debajo. Es decir que, en principio, no será necesario interrumpir el tránsito. Las obras comenzarán la semana que viene, de acuerdo con las declaraciones del funcionario.
También el secretario de Obras Públicas de la Municipalidad de Yerba Buena, Franco Marigliano, había estado en el lugar el último jueves. “Las lluvias socavaron un poco las bases. Debemos estar atentos”, le comentó el arquitecto a LA GACETA tras esa inspección. 
Un puente con historia
No es la primera vez que ese puente provoca incertidumbre. El antecedente más próximo se remonta al sábado 7 de marzo del año pasado, cuando cayó un diluvio de esos que los climatólogos ponen en un estante. Venía lloviendo de modo incesante durante las semanas anteriores en toda la provincia. 
Así las cosas, ese diluvio fue la gota que colmó el vaso: en el río Muerto el agua arrastró los muros de hormigón que habían sido construidos alrededor de una década atrás por la Dirección Provincial del Agua (DPA). 
Eso provocó un desborde descomunal. La ruta que corre unos 15 metros por encima del lecho terminó sembrada de piedras, que antes estaban en el lecho del río.
En las horas posteriores, las rocas fueron puestas de nuevo en su lugar. Pero las murallas, aún hoy, siguen acostadas.
Cuando se le consultó a Madrid si también tienen planeado reparar o levantar esos paredones, respondió: “hasta acá, los muros no nos afectan. Al contrario, porque evitan que continúe la erosión. Sacarlos sería un trabajo muy costoso y no se justifica”. 
En aquella ocasión, en marzo pasado, Vialidad prohibió el tránsito de vehículos pesados sobre ese paso, tras determinar -al igual que ahora- que las estructuras donde se apoya la plataforma estaban deterioradas.

Las tormentas registradas en las últimas semanas castigaron las bases del puente que atraviesa el río Muerto, sobe la ruta 338.

Funcionarios, entre ellos el jefe operativo de la Dirección Provincial de Vialidad, Pedro Madrid, que recorrieron el cruce en la zona de El Corte, en la ciudad de Yerba Buena, aseguraron que por ahora la estructura no corre peligro de derrumbe, aunque las obras para proteger los estribos comenzarán la semana que viene. 

“Detectamos un proceso de erosión marcada sobre uno de los estribos. Tenemos pensado hacer algo para evitar que se siga desgastando. Pero la estabilidad del puente no se encuentra en riesgo”, afirmó Madrid. Anunció además que las tareas se harán por debajo. Es decir que, en principio, no será necesario interrumpir el tránsito. Las obras comenzarán la semana que viene, de acuerdo con las declaraciones del funcionario.

También el secretario de Obras Públicas de la Municipalidad de Yerba Buena, Franco Marigliano, había estado en el lugar el último jueves. “Las lluvias socavaron un poco las bases. Debemos estar atentos”, comentó el arquitecto tras esa inspección. 

Un puente con historia

No es la primera vez que ese puente provoca incertidumbre. El antecedente más próximo se remonta al sábado 7 de marzo del año pasado, cuando cayó un diluvio de esos que los climatólogos ponen en un estante. Venía lloviendo de modo incesante durante las semanas anteriores en toda la provincia. 
Así las cosas, ese diluvio fue la gota que colmó el vaso: en el río Muerto el agua arrastró los muros de hormigón que habían sido construidos alrededor de una década atrás por la Dirección Provincial del Agua (DPA). 

Eso provocó un desborde descomunal. La ruta que corre unos 15 metros por encima del lecho terminó sembrada de piedras, que antes estaban en el lecho del río.

En las horas posteriores, las rocas fueron puestas de nuevo en su lugar. Pero las murallas, aún hoy, siguen acostadas.

Cuando se le consultó a Madrid si también tienen planeado reparar o levantar esos paredones, respondió: “hasta acá, los muros no nos afectan. Al contrario, porque evitan que continúe la erosión. Sacarlos sería un trabajo muy costoso y no se justifica”. 

En aquella ocasión, en marzo pasado, Vialidad prohibió el tránsito de vehículos pesados sobre ese paso, tras determinar -al igual que ahora- que las estructuras donde se apoya la plataforma estaban deterioradas.

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